
Mensaje 4230
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Es el Adviento, celebrado por la Iglesia Católica, para iniciar la preparación espiritual, en cada uno de nosotros, el que nos brinda la oportunidad de recibir al Niño Dios.
Hoy damos inicio al nuevo año litúrgico, a lo largo del cual reviviremos en las celebraciones los misterios de la salvación.
El tiempo de Adviento es tiempo de espera. Las lecturas asignadas para este domingo nos
invitan a velar y estar preparados para la llegada del Señor.
Las advertencias del Evangelio deberían generar alegría, y no miedo ni angustia; porque, como dice el profeta en Isaías 2, avanzamos hacia la luz del Señor, nos encaminamos no hacia un final destructivo, sino hacia un tiempo de salvación en el que hay paz y convivencia fraterna.
Por eso mismo el salmista con el Salmo 121, nos invita a estar alegres y alabar a Dios mientras peregrinamos a la casa del Señor, y san Pablo, en Romanos 13, a llevar un estilo de vida propio de los hijos de la luz.
En Isaías 2, 1-5, vemos cómo Sión es la colina que domina la ciudad de Jerusalén, en la que se halla el templo, casa de Dios, lugar de su presencia. A esta casa acuden todas las naciones al final de los tiempos, según una visión universalista de la salvación que tuvo Isaías, y a través de la cual nos invita “a caminar a la luz del Señor”, sin pleitos, ni guerras, en paz.
Eran los judíos quienes al dirigirse a Jerusalén y contemplar la ciudad santa se sentían llenos de gozo, pues esas eran las promesas de salvación, razón por la que nosotros también debemos manifestar nuestro gozo y alegría, proclamando el salmo 121, el cual nos garantiza que viviremos seguros los que amamos a Dios, tendremos paz dentro de nosotros y seguridad en nuestros hogares, por eso debemos desearle “la Paz” a todo el mundo y por la casa del Señor, nuestro Dios, desear todo bien.
Ahora bien, para hacer todo esto tenemos que aprender a vivir en el amor de Dios, dejando las obras de las tinieblas, el pecado a un lado, y dando signos de verdadera conversión. Para esto San Pablo en Romanos 13 nos da algunas indicaciones.
1. Despertemos del sueño de la ignorancia e indiferencia, concientizándonos del momento en que vivimos.
2. Reconocer que, nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer.
3. Dejar las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz.
4. Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad.
5. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni disputas.
6. Vístanse del Señor Jesucristo, o sea compórtense según sus designios, dando ejemplo de verdaderos cristianos.
7. Vivan dando amor, amando al prójimo, compartiendo con los demás.
Pero, como la segunda venida de Jesús nadie sabe cuándo sucederá, siempre debemos estar vigilantes, en la espera del Señor, por eso el Evangelio de San Mateo 24, nos pone hoy en alerta y nos hace otras sugerencias importantes a tomar en cuenta, para que ese día no nos sorprenda sin prepararnos.
De boca del mismo Jesús: “Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por lo tanto, estén en vela, porque no saben qué día vendrá su Señor. Comprendan que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estén también ustedes preparados, porque a la hora que menos piensan viene el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor.
Víctor Martinez solo desea que esta reflexión te sirva para convencerte de que es momento de prepararte espiritualmente para darle entrada en tu vida a la presencia viva del Niño Dios, quien viene a traerte la salvación y llenarte de paz, amor y felicidad.
Matilde Farach estará orando durante este proceso con nosotros para que Dios toque sus corazones y bendiga sus hogares.
Hasta la próxima.



