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No subestimes la inteligencia de Dios

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Mensaje 4234

 

 AYUDAME A SALVAR UNA PERSONA  

 

 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Te invito gratis a Turquía.Me apena ver como existen personas que subestiman la inteligencia de Dios y no son capaces de comprender que el Creador, es el Creador, el Todopoderoso, el Rey del Universo, Omnipotente, dueño y Señor de todo y de todos.

Esto lo digo porque siempre he pensado que la grandeza de Dios es tal que todo es posible, existen innumerables galaxias, con sistemas solares y planetas por doquier, entonces por que no pensar que hay otros planetas tierra con vida.

Dios sabe que existen diferentes culturas, formas de adorarlo a través de la historia de la humanidad, creencias y religiones diferentes, fruto del crecimiento de las diversas comunidades en el extenso planeta, del desarrollo étnico, antropológico, cultural.

Hay quienes nacieron y murieron sin conocer al Dios de los Cristianos o Musulmanes, para citar un ejemplo, y no son culpables, creyeron en lo que en su ambiente, cultura y momento histórico conocieron, es más hoy en pleno Siglo XXI, me encuentro del otro lado del mundo, entre jóvenes que no han oído hablar de mi Dios, del cristianismo y que lo único que conocen es su religión, su fe.

Adultos cuyo comportamiento ético, moral y religioso ponen a pensar a cualquiera, su entrega a la oración cinco veces al día, la forma de ayuno, la transparencia y honestidad con que se comportan, su actitud de ayuda y amor al prójimo, son impresionantes, ¿debo yo decirles que están equivocados y que por no conocer y seguir mi religión o a mi Dios se van a condenar? Dios no me lo perdonaría.

Y como yo no subestimo la inteligencia de mi Dios, estoy seguro de que Él ha conformado un mundo previendo todo esto y a sabiendas de que caminaríamos por diferentes caminos para tener un encuentro final en torno a Él.

La Biblia presenta la idea de múltiples caminos para llegar a Dios, aunque enfatiza la importancia de seguir un camino considerado ‘bueno’ o ‘correcto’. Los pasajes sugieren la necesidad de buscar y discernir, preguntando por los ‘senderos antiguos’ y el ‘buen camino’. Además, se destaca que el camino de Dios es perfecto y ofrece refugio. En resumen, la Biblia no limita la búsqueda a un solo sendero, pero insta a una reflexión profunda sobre cuál es el camino apropiado para cada individuo, destacando la importancia de la fe y el cumplimiento de la voluntad divina.

Al leer el Libro de los Hechos 10:34-38 “Entonces Pedro comenzó a decirles: —Ahora comprendo que para Dios todos somos iguales. Dios ama a todos los que lo obedecen, y también a los que tratan bien a los demás y se dedican a hacer lo bueno, sin importar de qué país sean.”, me convenzo de que a Dios no le importa de donde procedemos, en cual cultura o creencia crecimos, Él lo que quiere es que lo amemos por sobre todas las cosas, amarlo implica actuar conforme a sus designios y que amemos al prójimo, ayudándolo.

Nuestro amigo Pablo demuestra que David se salvó por la fe (Romanos 4:6-8, citando el Salmo 32:1-2). Pablo continúa estableciendo que la forma para ser salvo en el Antiguo Testamento era sólo a través de la fe. En Romanos 4:23-24 escribe: «Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro». En otras palabras, la justicia es «acreditada» o dada a aquellos que tienen fe en Dios: Abraham, David y todos nosotros compartimos el mismo camino de salvación.

La mayor parte de Romanos y Gálatas abordan el hecho de que sólo hay un camino de salvación y un solo mensaje del evangelio. A lo largo de la historia la gente ha tratado de pervertir el evangelio añadiendo obras humanas, requiriendo que se hagan ciertas cosas para «ganar» la salvación. Pero el mensaje claro de la Biblia es que el camino de la salvación siempre ha sido a través de la fe.

En el Antiguo Testamento, era la fe en la promesa de que Dios algún día enviaría un Salvador, pero mientras, ellos no se condenaron, gracias a la fe. Los que vivieron en la época del Antiguo Testamento esperaban al Mesías y creían en la promesa de Dios de la venida del Siervo del Señor (Isaías 53). Aquellos que ejercieron esa fe se salvaron.

Hoy nosotros los cristianos miramos de vuelta a la vida, muerte y resurrección del Salvador y nos salvamos por la fe en la expiación de Jesucristo por nuestros pecados (Romanos 10:9-10).

Mientras, otros por su fe en Dios se salvarán. Al final Dios y Jesús son la misma persona, fue Dios hecho hombre quien vino a salvarnos, y no a los cristianos, porque no existíamos en ese entonces, a todos, sin importar por donde caminamos, como lo adoramos y como lo llamamos. ¿Sabes por qué? Porque Dios está en todas partes y Víctor Martinez cree en su eterna misericordia.

Es Jeanette Núñez nuestra fiel colaboradora quien nos ha dado apoyo para que este mensaje llegue hasta todos ustedes.

Hasta la próxima.

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