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¡Ay, Dios! Sufren justos por pecadores… El Señor se enfurece por blasfemia de Paliza

¡Cógelo, Picante! Por ministro decir que en el gobierno del PRM no hay impunidad, nos mandaron un blackout celestial

Buenos días…

El gobierno de Luis Abinader y su PRM está que arde por las cuatro esquinas. No pega una, y cuando parece que va a enderezar el rumbo, ¡pum!, cae un apagón nacional, un blackout histórico que dejó al país a oscuras, al turismo paralizado y a la paciencia del pueblo colapsada. Una verdadera vergüenza nacional.

Y como aquí todo se vuelve chercha, ya hay quienes dicen que ese apagón fue una “bienvenida eléctrica” a la nueva embajadora de Estados Unidos, Leah Francis Campos, la dama de hierro con mirada de lince que todavía no ha sido recibida en el Palacio Nacional para entregar sus credenciales. ¿Será que están esperando que vuelva la luz para dejarla entrar?Mientras tanto, la ola de apagones que desde hace meses azota al país terminó estallando en un blackout total, y ahí fue que Leonel Fernández explotó.El hombre se soltó en las redes y habló por todos: por los que tienen voz, por los que no tienen, y hasta por los que venden su voto.“El descuido es incalificable”, escribió, y no mintió. El caos fue general, la indignación popular está más que justificada y la incompetencia del gobierno del PRM quedó al desnudo.El apagón no solo tumbó el Metro, los hospitales y las escuelas; también colapsaron las clínicas pequeñas, los colmados y los inversores. Ni el abanico sobrevivió.Y en las calles, el tránsito —que ya es un infierno— se volvió un campo de batalla sin semáforos. El país entero se apagó, literalmente.Y mientras la gente se sofoca, Abinader perdió hasta la sonrisa.Presidente, ¡reaccione! Tome el toro por los cuernos, firme un decreto y limpie su gobierno de parásitos. Renueve su gabinete, civil y militar, porque si no lo hace, este blackout será el que sepulte su imagen para siempre.La verdad es dura, pero hay que decirla: Su administración está plagada de mediocres.En vez de avanzar, vamos de reversa, y lo peor: usted está reviviendo cadáveres políticos como Danilo Medina, que andaba escondido y ahora se cree gallito de pelea. Un hombre que debería estar en Najayo, no dando declaraciones.Y por si fuera poco, dicen las malas lenguas que este apagón fue un castigo divino.Sí, así mismo, fue un ajuste celestial por la blasfemia de José Paliza, quien tuvo la osadía de decir que el gobierno del PRM “no tolera la impunidad y que el delito no tiene cabida, ni siquiera si involucra a sus propios miembros”. ¡Ay, Padre! Hasta Dios se enfureció y mandó el blackout.Y al cierre… Nos cuentan que un senador del PRM ya tiene un pie afuera, y que el Tío Sam —en persona— está con los ojos bien abiertos, observando a Abinader, su equipo de seguridad y todo el entorno presidencial.Los gringos no quieren ni rastro de corrupción, ni mucho menos el hedor del narcotráfico político.

Mientras tanto, Donald Trump continúa con su guerra sin tregua contra los narcopolíticos del continente. La cosa está dura, curvera y pica más que ají caribeño. Y ahí sí es verdad, señores… que no habrá impunidad.

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