Mensaje 4243
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Cuando decidí cruzar mares, océanos, explorar tierras lejanas sin garantías, ni la más mínima idea de lo que podría esperarme y de lo que sería mi vida, caminaba conversando con el Creador y buscándolo en cada detalle, con la seguridad de que Dios me escuchaba y me revelaría sus planes para conmigo.
He aprendido a sobrevivir en medio de la nada, sin tarjetas, sin jeepetas, sin dinero, con mi ligera mochila, sin saber qué iba a ser de mi vida, pero sin perder mi fe y confiado en que Dios siempre provee, a través de sus hijos amados y predilectos.
En los momentos más oscuros, más difíciles, he escuchado la voz interior del Señor que me repite: “todo va a salir bien, sigue trabajando”.
He sentido la presencia de buenos amigos que han confiado en mí y en esta misión de llevar la Palabra de Dios por el mundo entero, sin embargo,he extrañado a muchos que me han cerrado sus puertas, sin lograr que yo me desanime y continúecon fe tocando otras puertas y trabajando duro para glorificar al Padre.
Escuchar familiares y amigos que en algún momento me han tratado de convencer de que es esto un error y de que no vale la pena, ya en mi edad, me ha ayudado a reforzar mi terquedad, a aumentar mi fe, a creer más en la presencia de Mi Señor y a fortalecerme espiritualmente para demostrarles que con Dios todo es posible.
Algo que me ha ayudado ha sido observar a personas de mucha fe, orar insistentemente varias veces al día, postrados en el piso, en los templos, en las calles, pasillo de los metros, sin gritar, ni hacer ruidos, con el corazón lleno de silencio, todos juntos, personas muy ricas, otras muy humildes, sin nada, quienes después de la oración se levantan para continuar sus jornadas de trabajo, con la esperanza de encontrar el sustento de cada día, pero confiados en su Dios, esto ha incrementado mi confianza en Dios y ha aumentado mi fe.
Pero hoy reconozco que aún me falta mucha fe, mucho camino por recorrer, a veces me siento agotado y cuando me siento cansado recuerdo que el Padre nos dice en Mateo 11:28 la frase «Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo les daré alivio». Jesús pronuncia estas palabras invitando a las personas que sufren y llevan pesadas cargas a encontrar descanso en Él. Ofrece alivio a quienes buscan consuelo y aprenden de su humildad y mansedumbre. Esta invitación refleja el corazón compasivo de Jesús y su deseo de ofrecer paz y renovación espiritual a todos los que se acercan a Él, a todos los que trabajamos con Él y por Él.
Víctor Martinez no se arrepiente del paso dado y aunque confieso que a veces siento miedo al pensar donde, como y con quien moriré, lejos de los míos, dirijo la mirada hacia mi Madre María que sé que rogará por mí como lo hace ahora y lo hará en la hora de mi muerte y me acompañará para conducirme a través de Su Hijo Jesús hasta el Padre, convirtiéndome en un Ser de Luz.
Atrévete, hermano a darle un Sí al Señor y únete con nosotros para trabajar por un mundo mejor.
Este mensaje ha llegado hasta todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestra hermana Socorro Peña.
Hasta la próxima.



