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Abinader no da pie con bola y ciudadanos sufren la consecuencia

¡Cógelo, Picante! Hay caos en el INTRANT, en la Policía y la DIGESETT

Buenos días…

Lo que estamos observando, desde un rinconcito, es que República Dominicana, en cuestión de seguridad, estamos feo para la foto y deteriorado para el video. No hay esperanza de mejoría.

El presidente Luis Abinader, es lamentable tener que decirlo, no ha dado pie con bola para resolver la pesadilla de la inseguridad ciudadana. Esa es una gran realidad que no puede ser negada.

Cada vez que vemos hablar a un funcionario del gobierno de Abinader, sentimos la vergüenza ajena. Quieren justificar lo injustificable.Cuando Faride Raful habló de controlar el expendio de bebidas alcohólicas y la contaminación sónica, alegando que con ello, y un patrullaje efectivo, se reduciría la delincuencia, ahí mismo pasó el palé, se desvaneció la esperanza dominicana en recuperar la seguridad ciudadana. De ahí en adelante, todo ha sido fracasos y desilusiones.

Lamentablemente, estamos huérfanos de autoridad. Imponer la seguridad ciudadana ha sido, y parece que seguirá siendo imposible para el presidente Abinader. Todo, por no hacer lo que tiene que hacer.

Presidente Abinader, la inseguridad no se combate con momias ni parásitos, y mucho menos, con corruptos e incapaces. Y en la Policía, entre sus altos mandos, sobran los ineptos e incompetentes. Y peor aún, hay corrupción, persecuciones, retaliaciones, maltratos y abusos, y así no podemos avanzar.

En los meses que lleva Faride como ministra de Interior y Policía, ha sido un fiasco, y la situación de seguridad, cada día es peor. Hay más violencia, más crímenes y más delincuencia. La están boicoteando,  y entre sus vecinos, los más poderosos se burlan de ella.

Mientras el presidente Abinader continúa pintando pajaritos en el aire, soñando despierto y dibujando sus más maravillas, el consumo y tráfico de drogas en los barrios, pica y se extiende. En tanto que la delincuencia, seguirá su agitado curso.  Y lo peor es que el director de la Policía está metido en un escándalo de corrupción y prevaricación, y el presidente Abinader está ciego y sordo, y nos cuentan, que sólo habla para decir  que todo está bien. Y mientras tanto,  Abinader desconoce hasta quiénes fueron los garantes de aquel irresponsable y criminal apagón semafórico.

Mientras el presidente Abinader va a organismos internacionales a decir que es un pilarte de la lucha contra la corrupción, en el país no hay un organismo capaz de enfrentar la corrupción administrativa. Y Milagros Ortiz Bosch, ¿por dónde andas?El presidente Abinader es cómplice de la corrupción, por omisión o no, pero es cómplice de la corrupción, además de proteger y premiar a corruptos. Ahí está, como ejemplo, el caso de la Policía.

Presidente Abinader, qué vergüenza. El principal responsable de garantizar la seguridad ciudadana, huele a corrupción, está involucrado en un desfalco en perjuicio del Estado (ahí está la auditoría), incurre en prevaricación (usa equipos de gobierno en trabajo personales) y es el protagonista principal de todos los escándalos en la Policía. Así no se gobierna un país. Y mientras esto sucede, Abinader parece no importarle que la ciudadanía sea víctima de la delincuencia, con más muertos, asaltos, robos y abusos.

La denuncia del senador oficialista Antonio Marte no es grave, sino gravísima. Y lo hizo en el pleno del Senado. Dijo que de aplicarse pruebas de doping, de manera sorpresiva, en las terminales de autobuses y paradas del transporte público, muchas rutas se quedarían sin conductores. Es decir, que la mayoría de los choferes andan drogados.

Esa afirmación da más fuerza a lo que venimos denunciando, que en República Dominicana no hay seguridad. Pero, además, que la DIGESETT y su director, general Osoria de la Cruz, están en todo, menos en lo que tienen que estar.

Por cierto, ese oficial debe recordar que tiene una larga cola, y precisamente, se la colocaron por sus actuaciones cuando estaba asignado a la DICAN.

Y la denuncia de Marte cobra más fuerza, porque se informó que el conductor del vehículo involucrado en un accidente, en Higüey, donde murieron dos hermanos, dio positivo a una prueba de doping. ¡Qué vergüenza!

Milton Morrison, el del INTRANT, es buchipluma y nada más.  Habla mucho y hace poco. Es aguaje y publicidad. El INTRANT no ha hecho nada para reducir el enorme caos en el tránsito. Y el de la DIGESETT, lo que está es detrás de la jefatura de la Policía, y que José Abinader, lo haga director de esa institución. Además de estar fuñéndole la vida de los conductores, y especialmente, a los motociclistas.

Frener Bello Arias, por ejemplo, llegó a la AMET cuando esa institución estaba de capa caída, encontró un tránsito caótico. Transformó y transparentó esa institución, tomó una serie de medidas que, al final tuvieron consecuencias sumamente positivas. Redujo los accidentes, y las muertes por accidentes de tránsito e hizo el tránsito más fluido por dondequiera. No hablada. Sólo actuaba y aplicaba lo que dice la ley.

Un hombre así, con esas mismas características, se necesita en la INTRANT. Y atención, presidente Abinader, también en la Policía. Allí  hay oficiales generales inteligentes, gerentes y que nunca se han visto involucrados en asuntos raros e inmorales, como el actual director de la Policía Nacional.

Y si Guzmán Peralta toca es tecla, aunque cumpla su promesa de sacar de circulación a “alguien” por ahí, publicaremos parte de su negro historial.

¡Ya basta, Presidente! No estamos agitando. Describimos la realidad, la verdad, lo que ocurre, y usted lo permite. Las pruebas sobran. Están ahí. Échele un vistazo al batey Tarana, de Sabana Grande de Boyá.

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