
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Llevo mucho camino recorrido, miles de seres humanos han pasado por mis manos, muchas almas encaminadas hacia el Señor, muchos corazones heridos que han sanado, muchas vidas salvadas del abismo, muchas prédicas desde los altares que han estremecido y convertido corazones, muchos estudiantes que hoy son lo que son, gracias al Padre, quien me utilizó como instrumento para transformarlos, demostrándoles que ellos sí podían, elevando su autoestima y haciéndolos sentir útiles, miles de retiros predicados, mostrándoles los peligros que los acechan, entre ellos, la presencia del demonio en el mundo, tratando de desviarlos, así he pasado mi vida.
A veces aparece un alma agradecida, que contribuye con la obra que, muchos años después, seguimos haciendo para glorificar al Padre, mostrándonos al Señor y a mí su lealtad, firmeza y solidaridad con nuestra misión.
Ayer me llegó un mensaje:
“Buenos días Víctor Martínez, hoy y siempre quiero darle las gracias por sus palabras de aliento… aquel día que me sacaron el niño del colegio, con apenas 3 años porque mordía y era un niño dizque inadaptado, con déficit de atención, dificultades en su sociabilidad.
Para mí fue enterrarme viva, mucha depresión, desesperación y mil emociones juntas que usted como padre podría sentir en una situación como ésta.
Sus palabras fueron profundas y sólo me quedó el susurro: “déjalo, que todo obra para bien, verás que, lo que te acaban de hacer, es un favor”. Cosa que yo en ese momento no comprendía.
Sin embargo, mi hijo, ya ha crecido y se ha superado, ha brillado muchísimo, estudiante meritorio, bilingüe, gana todos los campeonatos de matemáticas, de inglés y otros más, a tal punto que se me ha hecho un hábito recibir sólo reconocimientos, logros, lindas palabras, como, por ejemplo: “tu hijo si es educado, amable, etc. Gracias.”
Una pequeña semilla más, sembrada en el corazón de una madre, que, desesperada en ese momento pensaba que su hijo sería un fracaso, hoy le doy gracias a Dios por usarme una vez más.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestra hermana Silvia Leonardo.
Hasta la próxima.