
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Siéntate cómodo, en tu mente enciende la pantalla y empieza a ver esta película, cierra tus ojos, podría ser o no la película de tu vida.
Ves a un hombre inconforme, protestando y acusando a la vida porque le es ingrata, porque no tiene las riquezas que quisiera para llevar la vida que quiere, dice ser muy infeliz y vive envidiando a quienes les rodean por el vehículo que tienen, por lo mucho que compran en las tiendas, es más su insatisfacción es tan grande que hasta le reclama a Dios, porque le pide y según el, no le abre los caminos.
El personaje que te representa la película no está valorando la buena salud que tiene, los familiares que le rodean, la maravillosa pareja que tiene, los hermosos hijos, los consagrados padres, no se da cuenta del amor de los demás por estar inmerso en su amargura y sus reclamos.
Lo más lejos que tiene es que Dios lo ve todo, por ejemplo, hay otros seres humanos como el, vamos a ver algunas escenas de las películas que, el Padre Dios contempla, antes de actuar:
Dios quiere complacer a la hermosa Lucía, chica que reúne todas las condiciones para ser feliz, muy feliz, pero su insatisfacción y obsesión por el dinero la mantienen amargada, véanla, vamos a complacerla y a enviarle un premio, se sacó un loto. Lucía se vuelve loca de alegría, empieza a hacer fiestas con sus amistades, a almorzar en los más caros restaurantes, se compra la mejor jeepeta, de tienda en tienda comprando los más caros artículos, además es mucho dinero, piensa que, no se va a acabar, planifica viajes, se siente líder pues quienes antes ni la miraban, ahora la quieren, todos la quieren.
Lucía dice sentirse feliz, apenas expresó, “gracias, Dios mío”, y ya, no ha diezmado pues eso es mucho, diez por ciento, no ha hecho ningún aporte significativo a las cosas de Dios, a un orfanato, asilo de ancianos, a una Iglesia, pero le encanta por donde quiera que pase soltar 100 pesos a quien le extiende la mano, para que vean el buen corazón que tiene.
Maravillosa película, observa cómo le sobran los hombres, ¡qué buena vida se está dando Lucía! La suerte le ha cambiado. Ella ha decidido hacer una fiesta en la playa y alquiló un hotel con habitaciones para sus amigas, aquello va a ser espectacular, desde el miércoles santo hasta el domingo, la mejor Semana Santa que van a pasar.
Lo que no tenía previsto Lucía era que, camino a la playa en su suntuosa jeepeta nueva, con música de regetones a todo volumen y un grupo de sus colaboradoras más cercanas, pues colaboraban mucho en gastarle el dinero, la muerte le esperaba, triste accidente, fruto del dinero que tanto anhelaba.
Es entonces cuando Dios al ver el escenario decide cambiar el canal y dice, “no quiero esto para la bella Lucía, es mejor que viva aprendizajes de vida que la enseñen a crecer espiritualmente, a valorar lo que tiene, no hay loto para ella. Claro, Lucía jamás va a entender por qué Dios no le da lo que quiere y es que, su poca inteligencia espiritual no la lleva a alcanzar, a ver que, TODO AL TIEMPO DE DIOS, y que Él sí sabe lo que nos conviene.
Lo mismo sucedió con Pedrito, la otra escena, que consiguió el nombramiento que quería, desfalcó la institución para la que trabajaba y terminó en la cárcel y lo que es mejor aún, aquel funcionario que se la pasó gastando el dinero de la institución, del pueblo, de la institución en la que trabajaba, en lujos y mujeres, maltrataba a sus empleados, era altanero, prepotente, el cargo se le fue a la cabeza, terminó en la ruina.
Innumerables experiencias de vida que, solo Dios sabe, pero cómo Él nos hizo libres para que eligiéramos el camino a seguir y nos ha entregado el manual de cómo encontrar la verdadera felicidad y comportarnos con ética, solo nos resta a nosotros dejarnos llevar por su camino.
Aprendamos a aceptar la voluntad de Dios en nuestra vida, a no quejarnos tanto y a comprender que Él sí sabe lo que nos conviene, no lo olvides, todo al tiempo de Dios.
Víctor Martinez les confiesa una vez más que, la verdadera felicidad solo te la puede dar Dios, y si tu actúas conforme a lo que Dios manda, con obediencia, razón por la que soy el hombre más feliz del mundo.
Gracias a nuestro hermano Juan Moquete este mensaje ha llegado hoy a todos ustedes.
Hasta la próxima.