ACTUALIDADINTERNACIONALESNACIONALESOPINION

Las víctimas compartidas de Israel e Irán

El final de la arrogancia israelí y de su falsa superioridad estratégica llegó cuando desde Teherán hicieron trizas el llamado «lomo de acero», golpeando con fuerza en puntos neurálgicos del Estado judío.

Pero en Teherán, capital de Irán, también se han sentido los estragos provocados por el sionismo. De ahí la furia islámica al responder a las agresiones israelíes.

Mientras tanto, legisladores en Washington han dejado al descubierto las mentiras de Benjamín Netanyahu, al afirmar que el gobierno de Tel Aviv posee el poder nuclear que hipócritamente atribuye al Estado islámico iraní.

Hoy, las cifras de víctimas se reparten entre Israel e Irán, tras una respuesta esporádica —pero contundente— contra los crímenes cometidos por la maquinaria nazista judía en Gaza, donde Hamás respondió como pudo, con recursos limitados y bajo asedio total.

Incluso, la maquinaria sionista llegó al extremo de impedir el acceso a alimentos y agua a los habitantes de la Franja de Gaza, donde las cifras de muertos ya superan los 66 mil.

Según reportes desde Washington, el gobierno de Netanyahu parece empujado por la ambición de provocar un choque entre potencias. Es decir, su accionar apunta nada menos que a una tercera guerra mundial.

En este contexto, el presidente Donald Trump —que se ha movido con cierta destreza política en las últimas horas— observa con cautela el deterioro de la situación en Medio Oriente.

Y la gran pregunta es: ¿Hasta dónde podría comprometer a Estados Unidos sin contar con la autorización del Congreso?

Mientras llega la respuesta, Washington ha recomendado a sus ciudadanos abandonar tanto Tel Aviv como Teherán. ¿La razón? La creciente falta de seguridad en ambos frentes.

 

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba