¿Huelga regional en el Cibao provocada por Barrick Gold?

Por Augusto Álvarez
Desde San Francisco de Macorís, un colectivo de lucha ya ha anunciado la preparación de un rosario de protestas contra la minera Barrick Gold, a la que acusan de saquear los recursos naturales y diezmar el medio ambiente desde Cotuí.
Es probable que las autoridades hagan oídos sordos al anuncio del colectivo y, en cambio, recurran al uso de la fuerza represiva, mientras la empresa minera continúa extrayendo a todo vapor el valioso mineral.
Indudablemente, Barrick Gold tiene un brazo largo de poder, como quedó demostrado cuando se permitió el ingreso de miembros del J-2 a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) para intentar capturar al profesor Fernando Peña. ¿Se trató de una orden directa o de un gesto de complacencia del Gobierno hacia la empresa extranjera?
Ahora, con el colectivo convocando jornadas de paros en diversas zonas del Cibao, la tensión crece. Y si el conflicto escala —con detenciones, represión y más crispación social—, ¿quién cargará con la culpa? ¿El Gobierno, la Barrick Gold o el colectivo?
Si se tomaran decisiones concretas en defensa del medio ambiente, guiadas por el interés nacional, quizás se evitarían los nubarrones que se ciernen sobre el norte del país. Pero si el viento sigue soplando a favor de los poderosos, los males mayores podrían ser inevitables.
Y una última pregunta: Cuando se envía a un equipo especializado a cazar a una figura del nivel del profesor Fernando Peña, ¿cuál es realmente la orden? ¿Y a quién sirve?