Reflexiones: Al final no somos nada

Hola amigos, ¿qué tal? En verdad que los seres humanos no somos nada, tantas personas vanidosas, que viven de la superficialidad, del tener, de su belleza o de su posición, con unos sumos de prepotencia, altanería y grandeza que lucen insoportables.
Verlos luego en un centro médico en total deterioro, haciendo turno en la puerta del médico, o en la funeraria acotejado en su ataúd, sin altanería, ni grandeza, es la mejor señal de que no somos nada, de que de un momento a otro nuestra suerte cambia y quien se creía el más grande se convierte en el más pequeño y humilde.
Así es el mundo, y pensar que hay quien te pasa por al lado conociéndote y ni te saluda, o el vecino que coincide en el ascensor y ni te mira.
Un fenómeno natural que lo destruya todo, y nos obligue a convertirnos en hermanos, un accidente en el que te tenga que socorrer sabrá Dios quién, cualquier situación, podría darte una gran lección.
Víctor Martínez pide a Dios por las tantas personas que aún no lo conocen o que creen conocerlo, para que logren encontrarse con Él a través del hermano.
Hasta la próxima.