¿Hasta cuándo las ejecuciones?

El año se extinguió arrastrando el estilo del régimen de Trujillo, ejecutando en la ciudad donde la tiranía impuso su ley.
A la distancia histórica de esa ejecución, y a 16 kilómetros, residían dos de los ejecutados: Ulises Almonte y Luis Sosa.
Santiago, donde el sátrapa de San Cristóbal ordenó el fusilamiento de varios que desafiaron a la dictadura, fusilándolos en el patio de la fortaleza San Luis.
Según se estableció, ambos eran de un lugar llamado Palmarejo, a escasos metros del general Piro Estrella.
Extrañamente, los que ejecutaron al huido de la cárcel de Nagua, en Villa González, tenían órdenes precisas, al igual aconteció en la ciudad corazón cuando se ejecutó a varios ¿que los unos y los otros tenían cuestas con la justicia? Entonces, el honrado era el régimen de Trujillo y los corruptos que se han hechos millonarios al vapor.
Que la escuela para enseñar a ejecutar en una nación, donde no existe la pena de muerte viene, incluso, desde la matanza de haitianos ordenada por Trujillo. ¿Quién sabe?
El rumor público del cual se hizo eco el ex presidente Joaquín Balaguer, refiere que un conocido hombre de armas, visitaba a prisioneros en Santiago, haciendo fotos para quitarlos del medio…
Ahora se habla de la destreza de un Ulises Almonte para conducir en época de la U, cuando la sinuosidades de la vía Santo Domingo-Santiago era un infierno.
Las últimas ejecuciones, entre las cuales incluimos la del joven, que no conforme, decidió ¿ahogarse? después de estar muerto, debería preocupar a todos y ver en las víctimas a seres humanos.