Bolsonaro prometió orden, atacar corrupción y erradicar socialismo

BRASILIA.- Con la promesa de inaugurar un nuevo paradigma político, económico y social en el mayor país de América Latina , Jair Bolsonaro asumió el lunes como el 38º presidente de Brasil, cargo desde el cual tendrá un gran impacto en toda la región como representante de una ultraderecha victoriosa por la vía democrática.
El excapitán del Ejército, de 63 años, nostálgico de la dictadura y provocador de polémicas, reafirmó su compromiso con las reglas democráticas.
En su primer mensaje ante el Congreso, se mostró conciliador y exhortó a los parlamentarios a trabajar juntos para impulsar la economía, combatir la corrupción y la inseguridad, y restituir valores éticos y morales que transformen el país.
Citó a Dios como fuente de sus decisiones y dijo que actuará sin reparar en ideologías para realizar acuerdos y cambios.
Luego, desde el Palacio del Planalto, volvió al discurso combativo al afirmar que se propone terminar con el socialismo en su país.
Ante una ferviente multitud de simpatizantes reunidos en la Plaza de los Tres Poderes, volvió a adoptar su duro mensaje divisorio, belicoso, condenatorio de las políticas del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que durante 13 años (2003-2016) marcó los rumbos de esta nación.
«Convoco a cada uno de los legisladores para que me ayuden en la misión de restaurar y de reerguir nuestra patria, liberándola definitivamente del yugo de la corrupción, de la criminalidad, de la irresponsabilidad económica y de la sumisión ideológica. Tenemos delante de nosotros una oportunidad única de reconstruir nuestro país y de rescatar la esperanza de nuestros compatriotas», sostuvo al proponer un «pacto nacional», en el plenario del Congreso, tras un desfile por el centro de una Brasilia blindada por inéditas medidas de seguridad.
«Reafirmo mi compromiso de construir una sociedad sin discriminación o división», llegó a decir en un trecho muy aplaudido en el recinto del Senado. Allí faltaban los congresistas de las bancadas del PT y de sus aliados del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que habían decidido no participar de la ceremonia como forma de protesta hacia quien ven como un peligro para la democracia.
Poco después de recibir la banda presidencial de manos del saliente Michel Temer , desde el «parlatorio» del Planalto prefirió exaltar al núcleo de su base de apoyo, que decepcionada por la experiencia petista le garantizó el triunfo en los comicios de octubre.
Confiados en sus promesas de acabar con el socialismo, con la ideología de género y de imponer una línea dura contra la criminalidad, sus seguidores lo aclamaban al grito de «¡Mito! ¡Mito!» y «¡El capitán llegó!».
«Por mucho tiempo, el país fue gobernado atendiendo intereses partidarios que no son los de los brasileños. Vamos a restablecer el orden en este país», afirmó, y celebró este histórico día «en el que el pueblo comenzó a liberarse del socialismo, de la inversión de valores, del gigantismo estatal y de lo políticamente correcto».
Ausencia de Macri
El canciller argentino, Jorge Faurie, asistió a la asunción del presidente electo, Jair Bolsonaro, en representación del presidente Mauricio Macri, que está de vacaciones en Villa La Angostura.
Macri viajará el 16 de enero a reunirse con el flamante mandatario de Brasil.
Faurie fue la máxima autoridad argentina en Brasilia que participó del acto central de toma del mando de Bolsonaro junto a diez jefes de Estado de la región y también autoridades europeas.
A la ceremonia central de la asunción de Bolsonaro asistieron los presidentes Mario Abdo Benítez (Paraguay), Tabaré Vázquez (Uruguay), Sebastián Piñera (Chile), Evo Morales (Bolivia), Marcelo Rebelo de Sousa (Portugal), Jorge Carlos Fonseca (Cabo Verde) y Juan Orlando Alvarado (Honduras).
También estuvieron presentes los primeros ministros de Hungría, Viktor Orbán; de Israel, Benjamin Netanyahu; y de Marruecos, Saadeddine Othmani. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió a su secretario de Estado, Mike Pompeo y le escribió por Twitter a Bolsonaro poco después de su jura.
Todos ellos, así como un centenar de invitados especiales, participaron al final de la tarde de una recepción que la nueva administración de Brasil ofreció en el Palacio de Itamaraty, la Cancillería.
La jornada estuvo cargada de actividades protocolares propias de la asunción de las que también participó la primera dama, Michelle Bolsonaro. En el medio de esa agenda no se descarta que Faurie mantenga un breve diálogo con el nuevo canciller brasileño, Ernesto Araújo, para preparar la próxima reunión que Macri y Bolsonaro mantendrán en dos semanas.
Macri no estuvo presente en la ceremonia, pero le hizo llegar un mensaje a Bolsonaro a través de las redes sociales. «Quiero enviarle mis mejores deseos a Jair Bolsonaro en el que día asume como presidente de Brasil, país amigo y hermano», publicó el presidente en su cuenta de Twitter.