Reflexiones: Amigos del alma
Hola amigos, ¿qué tal? “El amor y el interés se fueron al campo un día, pero más pudo el interés que el amor que le tenía,” recuerdo de muchacho ese refrán que lo pronunciábamos cuando un amigo de la escuela se mostraba interesado en uno, y luego de conseguir su objetivo de recibir ayuda, te ignoraba.
Décadas después siguen los conflictos de valores entre el amor y el interés.
Te amo, me gustas, me encantas, me siento bien a tu lado, deseo compartir contigo. Me llamas, me buscas, me escribes, me invitas, ¡cuánta empatía y cuánta felicidad en esa amistad!
Pero cuando caes en desgracia, te vienen las malas, se te acaba la abundancia, esas personas amadas no aparecen, te abandonan, no te buscan y pierden el interés de compartir contigo.
De lo que Víctor Martínez sí está seguro es de que entonces aparecen las amistades de los momentos difíciles, esos que te acompañan, te dan apoyo, te ayudan y dicen presente.
Es esa la manifestación de amor más pura que el Padre tiene hacia ti, Él pone en tu camino a las personas precisas, enviadas para cumplir su misión de hijos de Dios.
Bienaventurados los amigos del alma, porque de ellos serán nuestras oraciones.
Hasta la próxima.
