Reflexiones: ¡Vivan los púbers!

Hola amigos, ¿qué tal? Uno de estos sábados al taller de autoestima e inteligencia emocional asistieron 30 jovencitos que compartieron una experiencia inolvidable conmigo. En verdad que trabajar con chicos es algo reconfortable y enriquecedor, escuchar sus preocupaciones, problemáticas, proyectos e ilusiones es maravilloso.
Verlos llegar con cara de incomodidad porque los padres a veces los obligan, para verlos partir con la felicidad reflejada en sus rostros, es fascinante.
Escuchar cómo piensan de los adultos y ver lo rápido que van en el mundo de hoy, es increíble.
Nuestros muchachos son buenos, maravillosos, encantadores, llenos de grandes riquezas espirituales sin explotar, quienes andamos mal, muchas veces, somos quienes los guiamos, pues al conducirlos no los tomamos en cuenta y creemos que las cosas tienen que ser a nuestra manera.
Víctor Martínez desea que usted entienda mi querido hermano que los tiempos están cambiando y que con los hijos hay que conversar, negociar, jugar, compartir, disciplinar con amor, sin imposiciones. Tienen ansias de ser escuchados, comprendidos y compartir más con sus ocupados padres.
Si tan siquiera oráramos con ellos y leyéramos la Palabra de Dios, otra cosa sería su mundo.
Vamos a enseñarlos incluso, a ejercer la caridad y salvar una vida.
Hasta la próxima