Navegando en mar furioso, pero con mano tibia

Los últimos casos que han trascendidos a la opinión pública de actuaciones de agentes del cuerpo de orden, resultan preocupantes.
El capitán de una frágil embarcación no desconoce los riesgos de navegar en medios de fuertes oleajes y, peor, adentrarse a zonas preñadas de pirañas.
Los hechos que habrían provocado un ligero chapeo en Bonao, aunque a media, suelen ser repetitivos, aunque la modalidad cambie.
El director de la Policía Nacional fumigó al personal en del cuerpo en La Villa de las Hortensias, que habrían sido autores o cómplices de una humillación y atraco a un ex oficial de apellidos Monción
La lentitud con la cual la institución policial maquilla las informaciones, tienden a profundizar las dudas o reserva de la población en el cuerpo de orden.
Cuando en momentos especiales la Policía cree actual con ligereza para defender una acción, aparece un vídeo desmintiendo al vocero, tal y como ocurrió en el caso de un policía letal que ejecutó a un acusado.
Al parecer, cualquiera pensaría que una plaga de garrapatas se ha extendido a la casi totalidad de las instituciones del Estado, cuyo exterminio resulta cuesta arriba.
Aunque es de conocimiento del director de la Policía Nacional, otro agente élite destacado en Santiago, acaba de ser denunciado por tocar las partes íntimas de una dama.
Aunque los culpables, volviendo a Bonao, fueron suspendidos, en el caso se actuó con mano tibia, pues lo que procedía era ponerlo a disposición del Ministerio Público y que sea la justicia quien tenga la última palabra.
Por esas «fallas» de protección es que la Policía ya no aguanta más escándalos.