Cámara en los hoteles, ¿y por qué, ahora?
Está dicho, no ponemos candado hasta que no llegue el ladrón. Esto, partiendo del escándalo en la hostelería en el Este.
Una vieja ordenanza del Ministerio de Turismo, insta a los hoteles y centros, que reciben extranjeros, a instalar cámara de seguridad en sus instalaciones.
Ahora, tras las muertes y supuestas agresiones a turistas norteamericanos la población se pregunta, ¿por qué no cumplieron los hoteleros?
¿Supervisó Turismo la instalación de cámaras? La tacañería de muchos empresarios, y el miedo oficial a cumplir la ley, nos condujeron al drama actual.
Todas las bancas, dormitorios, salones de bellezas y en colmadones, tienen cámaras para curarse en salud. ¿A que temen los poderosos?
Es importante señalar el énfasis de la prensa internacional en el caso de los turistas norteamericanos, mientras publicita al mínimo la docena de víctimas en Virginia a manos de un pistolero solitario.
La gran cantidad de turistas recepcionados en los últimos cinco años en nuestro país ¿no han generado ganancias a los empresarios?
Aplicar la ley a quienes operan negocios para subsistir parece más fácil para las autoridades que enfrentar a los poderosos.
Hay que proteger ese árbol productor de riquezas, que es la industria sin chimenea, pues nos pertenece a todo.
