El retorno de un gigante
«… Bajo el mirar burlón de las estrellas que con indiferencia hoy te ven volver.
Quizás para uno sí y para otros no… “es un buen tipo mi viejo».
A grandes de la literatura debemos saber ubicarlos. Por ejemplo, el jurado del Nobel, de la extensa producción de Gabriel García Márquez, prefirió a Cien Años de Soledad.
Posiblemente el devorador de buena lectura se pregunta ¿por qué Isabel se conformaba viendo llover en Macondo?
La respuesta podría ser idéntica a la pregunta ¿por qué El Coronel no tiene quien le Escriba?
En los días en que García Márquez se concentraba en la escritura de Cien Años de Soledad, posiblemente la falta de una o más palabras claves, le forzaron a darse un tiempo y seguir luego en su quehacer.
Y mientras puso en espera a lo que luego resultó ser su obra cumbre, escribió otras (muchas anteriores y conocidas luego) convertidas en lectura apetecidas de pequeña burguesía en escalada.
Mientras muchos asistían «a dar el pésame» en los Funerales de la Mamá Grande, preferí excusar y en volverme Memoria de mis putas tristes…
Nos preguntamos ¿cómo habrá sido el regreso de Gabriel García Márquez y a dónde fue? No importa, hoy las campanas doblan por él
