Reflexiones: Cómo ser buenos padres
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? La carta a los Hebreos de hoy nos habla de la exhortación paternal que nos dio el Señor:
“Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, ni te desanimes por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos”. Soporten la prueba para su corrección, porque Dios les trata como a hijos, pues ¿qué padre no corrige a sus hijos? Ninguna corrección resulta agradable, en el momento, sino que duele; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella. Por eso, fortalezcan las manos débiles, robustezcan las rodillas vacilantes, y caminen por una senda llana: así el pie cojo, no se retuerce, sino que se cura.” Palabra de Dios
Este pasaje brinda a los padres una orientación clara de cómo actuar con sus hijos, corregirlos, reprenderlos, castigándolos cuantas veces sea necesario, pues, aunque para ellos no sea agradable, mañana te lo agradecerán; es nuestra responsabilidad fortalecerlos, ponerlos a caminar derechos y cuando algo ande mal, curarlos con amor. Deja de ser tan apoyador y permisivo y actúa como Dios manda.
Nosotros mismos debemos aprender a soportar las pruebas que por nuestros comportamientos y desobediencia a Dios nos llegan, y darle gracias en medio del sufrimiento por considerarnos hijos predilectos.
Víctor Martínez también ha tenido que aprender a caminar por la senda llana, para que mi cojera espiritual sane, y no me lleve a perder mi gracia y amor de Dios; anímate tú también que el Padre es misericordioso.
Hasta la próxima.
