Del rumor llegó la muerte
Por Augusto Álvarez
El rumor público dijo en su momento haberlo visto en El Malecón, días más tarde, alguien lo ubicó en una pequeña comunidad brasileña.
Sin embargo, la fábrica de un rumor sabiamente dirigido, puso en boca de un argentino haber estado «compartiendo» con el guerrillero heroico en un restaurante en Argelia.
La prensa internacional, hasta 1968, traía informaciones «revelando» la estadía de Ernesto (Che) Guevara en tal o cual lugar.
Incluso, en la revista Life se llegaron publicar fotos con distintas caracterizaciones de como Lucía el guerrillero internacional.
Hasta ese 8 de octubre, de 1968, la leyenda del Che se extendió por el Sur, Centroamérica y el Caribe, mientras en una parte del mundo se reivindicaba su ejemplo.
Entonces, esa prensa especializada por fin dio en el clavo, anunciando su caída en La Quebrada del Yuro, una pequeña comunidad montañosa de Bolivia.
En nuestro país, jóvenes combatientes de primera línea, intentaron recoger la antorcha del guerrillero argentino-cubano, pero fallaron en su esfuerzo.
El grito revolucionario de Ernesto Guevara, llegó a los oídos receptivos de Amauris Germán Aristy y sus Palmeros, un símbolo de la combatividad dominicana.
