Leyendas o verdades del humor
Por Augusto Álvarez
La persona que nunca ha pisado la escuela, no es bruta, simplemente carece de las herramientas para ser diferente.
Veamos algunos ejemplos, en lo podríamos definir como la primera escuela (básicamente en la zona rural), la «señorita” y la “maestra» constituían dos términos y una misma cosa.
Luego, la cercanía a la gran ciudad, nos alumbró la capacidad de entender la diferencia entre el creerse ser y el no ser.
Con frecuencia, las universidades gradúan muchos licenciados (¿egresan con doctorados?), incluyendo profesores ¿recuerdan cuantos se quebraron en la prueba de evaluación?
También se nos informa de muchos que ya son profesionales, con más de una maestría, y, sin embargo, mantienen los pies sobre la tierra.
El traje de maestro pocos intelectuales pueden usarlo, y aquí incluimos a brillantes del saber.
Vivimos en un mundo tan cambiante, que cuando un intelectual utiliza el punto y como, es probable otro de igual formación escriba punto y seguido.
Finalmente, es importante subrayar, lo que dijo un pensador: «El lenguaje articulado es la cáscara material de la voz, y con él nos desprendemos de la animalidad».
Y lógicamente, mientras mejor es nuestra alimentación, con mayor agilidad asimilamos los grandes desafíos de un mundo en conflicto.
