Enfrentaron y derrotaron la corrupción

Bolivia y Uruguay, Evo y Mujica
Por Augusto Álvarez
Dando un vistazo a una página de la historia, de repente se presentan dos increíbles mandatarios, con esto de vida a entender.
José Mujica llegó a la presidencia de Uruguay, al hacerlo, nunca abandonó su auto escarabajo, mismo que utilizó a su regreso cuando concluyó su mandato.
Su base de sustentación popular constituyó una mezcla de ciudadanos embarrados de montoneros, así como de jóvenes que consumieron la enseñanza de Raúl Sendy
Luego de ejercer la presidencia de Uruguay, José Mujica, regresó a su hogar, con los salarios logrados, previo pago de los impuestos.
En lo que podría ser un desafío a los gobernantes corruptos. Ahí está Evo Morales, a su llegada a México, con su mejor fortuna: estar vivo.
Aparte de que las masas son veleidosas, el sitial histórico de Bolivia, sus grandes logros, la eliminación del analfabetismo, los grandes avances en la economía y la salud, colocaron a Evo Morales en la mira de los francotiradores.
Ver a un presidente protegido por una base de sustentación popular integrada por trabajadores indígenas, constituye un insólito en nuestro mundo.
Ahí está el ¡hogar! donde dieron protección al derrocado gobernante… ahí está Evo Morales entre los suyos.
¿Su error? Pretender forzar la puerta, pese a leer un cartel en letras mayúscula en donde decía: ¡No más!
La pata de cabra con la cual trató de forzar la puerta, él la bautizó con el nombre de Referéndum, y esa fue la figura que marcó su final, aunque podría tener el nombre de ambición.