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Presidente peruano cayó en las redes de Odebrecht

Kuczynski fustigó a sus adversarios, pero ahora baila en la cuerda floja
PERU (SERI).- El que esté libre de pecado que tire la primera piedra… (San Juan 8, 7). Al presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski parece que se le olvidó esta famosa frase de Jesucristo, dirigida a sus apóstoles, y arremetió contra sus opositores, sin ningún tipo de piedad, especialmente contra quien fuera su jefe, el ex presidente Alejandro Toledo.
El mandatario peruano se puso el traje de hombre honesto por el caso Oderecht, instruyendo a las autoridades judiciales a actuar sin contemplación contra los sobornados por la empresa brasileña, cayendo finalmente en sus propias sus redes, pues también resultó enlodado.
Kuczynski instó en diferentes oportunidades a Toledo a regresar al Perú para responder a los requerimientos de la justicia que lo investigaría sobre el caso Odebrecht.
“Toledo tendrá que responder a la justicia por cualquier caso de corrupción, que tenga que ver con el caso Odebrecht”, dijo Kuczynski en varias ocasiones.
Kuczynski se definía como un hombre “libre de pecado” en el caso de Odebrecht.
Por esa razón fustigaba a sus adversarios, que tenían ciertos vínculos con “la mafiosa” empresa brasileña, que para lograr conseguir contratos millonarios, pagaba cuantiosos sobornos en los países donde operaba.
En el caso de Odebrecht, Kuczynski trató de plagiar a Poncio Pilato, quiso lavarse las manos del sucio dejado por la empresa brasileña en todos los países donde accionó.
Negó haber recibido recurso de la poderosa empresa, que con sus sobornos y dádivas embarró a influyentes funcionarios y legisladores de varios países.
Ahora, Kuczynski está en la cuerda floja, en manos de sus opositores, algunos de ellos víctimas de su hostigamiento.
Kuczynski también se benefició de los sucios recursos de la Odebrecht, recibiendo millones de dólares por “asesoramiento”, pese a que en ese momento era ministro de Economía de su país, gobernando por Alejandro Toledo.
El Congreso de Perú aprobó el viernes la solicitud para votar la próxima semana la destitución del presidente Kuczynski por «incapacidad moral», luego de que la constructora Odebrecht revelara pagos millonarios a empresas vinculadas al mandatario.
El Parlamento, controlado por la oposición, admitió el pedido de iniciar el proceso de la «vacancia presidencial» con 93 votos a favor y 17 contra, en una acalorado debate.
El presidente del Congreso, el opositor Luis Galarreta, citó a Kuczynski para el jueves 21 de diciembre para que asuma su defensa.
En manos del Congreso
Ahora, la suerte del presidente del Kuczynski quedó en manos del Congreso.
El gobernante peruano podría convertirse en el funcionario con más alto rango en perder el cargo por culpa del mayor escándalo de corrupción que ha golpeado a América Latina.
Una abrumadora mayoría -93 de 118 legisladores presentes- respaldó la noche del viernes la propuesta para debatir la destitución del mandatario el jueves próximo. La cifra superó con creces el 40% que exige el reglamento para tal fin.
Se trata, además, de una señal para el futuro. Para la destitución de Kuczynski se requieren 87 votos del total de 130 escaños del Parlamento, que es controlado por la oposición.
«Se comunicará esta decisión al presidente para que ejerza su derecho a la defensa (durante la próxima sesión) y asista con un abogado si así lo requiere», dijo el presidente del Congreso, Luis Galarreta al concluir el debate de esta jornada.
Kuczynski también podría ser el segundo presidente del Perú en el siglo XXI que es destituido por incapacidad moral por el Congreso. A fines de 2000 ocurrió con Alberto Fujimori, condenado por crímenes de corrupción y lesa humanidad.
El remezón político hizo que el dolar en Perú alcance su mayor nivel desde inicios de año, mientras que la Bolsa de Valores volvió a caer.
«Yo he aprendido mucho de la experiencia vivida con mi padre y por eso considero que se debe respetar la presunción de inocencia. No podemos aceptar desde ya, sin haber escuchado al presidente, que se le condene», dijo el legislador Kenji Fujimori.
Para el oficialismo, los opositores están acelerando el proceso de destitución. «Tienen que escuchar al presidente y en función de lo que el presidente diga se prepara un informe», dijo el legislador de Peruanos Por el Kambio (PPK), Gino Costa.
El pedido de destitución cuestiona el hecho de que Kuczynski haya negado de forma insistente sus vínculos con la constructora brasileña, y que luego haya sido desmentido por la propia Odebrecht.
«Este hecho pone en evidencia la falta de verdad en el presidente, que constituyen una incapacidad moral», dice el pedido de destitución, respaldado por las bancadas opositoras, entre ellas la poderosa Fuerza Popular, que lidera la excandidata presidencial Keiko Fujimori.
La oposición ya había exigido a Kuczynski que renuncie.
Odebrecht reveló que pagó casi cinco millones de dólares por asesoramiento a firmas vinculadas al mandatario entre 2004 y 2013.
Del total, 782.000 dólares fueron a Westfield Capital, firma de Kuczynski, cuando se desempeñaba como ministro de Economía y presidente del Consejo de Ministros del gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006). Otros 4,05 millones fueron para First Capital, empresa de un exsocio.
El jefe de Estado rechazó vínculos con First Capital, aunque admitió que sí hizo una asesoría con ellos para un proyecto de Odebrecht, legalmente.
Respecto a Westfield Capital, que es de su propiedad, dijo: «Nunca ha estado a cargo de la gestión ni administración de la empresa cuando he ocupado un cargo público».