Mueren 23 reos durante motín en cárcel de Colombia

COLOMBIA.- El sangriento motín que estalló la noche del sábado en una cárcel de Bogotá dejó 23 muertos y 90 heridos, incluidos siete guardias, en plena emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus que mantiene confinada a la capital colombiana.
El domingo la ministra de Justicia Margarita Cabello, al dar el parte de lo ocurrido, vinculó los disturbios con «un plan de fuga» y rechazó las versiones que los atribuían a una protesta por la falta de condiciones para hacer frente a la pandemia en el hacinado sistema penitenciario.
Esta última versión ha sido reiterada por diferentes fuentes, incluyendo funcionario, de ese recinto.
«El resultado del «intento de fuga» en La Modelo fueron 23 privados de la libertad muertos», dijo la funcionaria en una declaración a la prensa.
La Modelo es la segunda cárcel de Bogotá después de La Picota, donde también estallaron protestas la noche del sábado, por la misma causa, falta de higiene para combatir a Cobid-19.
Según Cabello, 83 reclusos y siete funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) resultaron heridos. «No hubo fugas, se controlaron»..
Entre los presos lesionados 32 debieron ser hospitalizados y dos guardias se encuentran «en estado crítico».
Aunque rige el aislamiento obligatorio en Bogotá, una capital de poco más de siete millones de habitantes, decenas de personas, desesperadas, se agolparon el domingo cerca del penal para preguntar por sus familiares.
«Este es el momento que no sabemos quién está vivo y quién está muerto», señaló Yinna Gordillo, una mujer de 23 años salió de su confinamiento para saber si su hermano estaba entre las víctimas.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, se quejó en Twitter del silencio oficial que siguió a los disturbios: «Pasaron 12 horas desde los amotinamientos en la Picota y la Modelo sin que @MinjusticiaCo ni @INPEC_Colombia informaran concretamente a los familiares y a la ciudadanía sobre lo sucedido».
En un video compartido por López, se ve a funcionarios de la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría -un organismo de control de la administración pública- hablando a través de megáfonos a gente angustiada.