Oposición va a la cabeza en 25 provincias y el DN

Proyecciones dan como un hecho Danilo pierde “su Senado”
SANTO DOMINGO, R.D.
La oposición está arrasando en las elecciones para elegir a los senadores de la República, y en esto momento va a la cabeza en el Distrito Nacional y 25 de las 31 provincias.
Varios de los caciques provinciales del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) están siendo derrotados de manera aplastante por sus contrincantes.
El presidente Danilo Medina, de acuerdo a las proyecciones, perderá “su Senado” y, a partir de este mismo año, podría perder su hegemonía en el aparato judicial dominicano.
Los caciques peledeístas-danilistas están perdiendo en Azua, Santo Domingo, Peravia, Puerto Plata, María Trinidad Sánchez, San Cristóbal, La Vega y Santiago.
El senador Julio César Valentín, a quien las encuestas procedentes del oficialismo proyectaban ganador con más de un 60% de los votos, está recibiendo una soberana paliza, y ya reconoció el triunfo de su rival, el ingeniero Eduardo Estrella, quien hasta el momento lleva la delantera con casi un 75% de los votos computados.
La oposición está a la cabeza en el Distrito Nacional, Azua, Bahoruco, Dajabón, Duarte, El Seibo, Espaillat, Hato Mayor, Hermana Mirabal, Independencia, La Altagracia, La Romana, La Vega, María Trinidad Sánchez y Monseño Nuoel.
También en Montecristi, Monte Plata, Peravia, Pedernales, Puerto Plata, Samaná, San Cristóbal, San José de Ocoa, Sánchez Ramírez, Santiago, Santiago Rodríguez, Santo domingo y Valverde.
La salida de Leonel Fernández del PLD, tras ser víctima de una serie de irregularidades en las primarias de esa organización, debilitó al partido oficial, que ha recibido su segunda gran derrota en dos comicios consecutivos.
El PLD perdió más de 50 alcaldías en las elecciones municipales del 15 de marzo.
Además, en las frustradas elecciones del 16 de febrero, el gobierno trató de involucrar al candidato puntero de las encuestas, Luis Abinader, virtual ganador de las elecciones de este domingo, en un supuesto sabotaje a la JCE, lo que posteriormente fue rechazado por la OEA, que descartó dicho sabotaje.