Se amplía el rechazo a privilegios congresuales
Por Augusto Álvarez
Sin quizás, algunos legisladores electos, desean iniciar sus compromisos con quienes sufragaron por ellos, con el pie de la honestidad.
Tratan de marcar una diferencia entre una práctica que el dispendio y el abuso sin freno de los fondos públicos, borden la corrupción, la inmoralidad.
Naturalmente, la realidad de los senadores no suele ser la misma, económicamente hablando, y hasta es posible que más de dos asistan a la toma de posesión con trajes ‘alquilados o de vecinos’.
En buen idioma, el banco facilitará las primeras exoneraciones, siempre y cuando no compren aquí o medie algún intercambio.
El electo senador por Santiago, ha rechazado todos los privilegios (exoneraciones y matrícula oficial) y a ello se agregan otras entradas.
También Antonio Taveras Guzmán, de Santo Domingo. Este, mientras sigue creciendo el rechazo de los que rechazan los privilegios.
En cifras mal hechas, un legislador se mete al bolsillo, unos 325 mil pesos mal contados. ¿Algunas dudas?
Aquí no hay necesidad del barrilito, y de otra fórmula diseñada para corromper la moral de cualquier principiante.
Aunque luzca un absurdo, el sólo levantar las manos en ciertos contratos, podría superar a muchos de los privilegios que se rechazan.
