ACTUALIDADNACIONALESRELIGION

REFLEXIONES: Doña Hilda Guerra


Hola, amigos, ¿qué tal? Una mañana bien temprano me viene a la mente la madre de mis amigas Saviñón Guerra, y me pregunto, ¿qué será de doña Hilda? Y como siempre, cuando alguien viene a mi mente, esa mañana la puse en mis oraciones, para mi sorpresa, dos días más tarde me llaman y me dicen que falleció.

Doña Hilda es merecedora de que le dedique como homenaje este mensaje, pues fue una mujer encantadora, con mucho glamour, pero sencilla y humilde, siempre acogedora, pacífica, muy educada, comprensiva y amorosa, sus hijas Hildita, Julieta y Ofelia fueron mis mejores amigas de juventud, Águeda, la más pequeña, fue mi excelente alumna en el colegio.

http://://infoclick.me

En un hogar lleno de mujeres, todos los amigos, fruto de los grupos juveniles procedentes de la Parroquia San Judas Tadeo, nos reuníamos allá, reíamos, cantábamos, llorábamos, orábamos, hacíamos acción social y doña Hilda feliz, nos acogía con mucho amor.

Nos llamábamos FUN, Frente Unido Naco, pues éramos tan unidos y comprometidos con el Señor, que vivíamos ayudando, formándonos, como verdaderos hermanos.

Siempre metidos en su casa, jamás escuché a doña Hilda subir la voz, ni la vi peleando, conflictos con nadie, era una santa mujer, de paz.

Víctor Martínez lamentó profundamente no haberla despedido como se lo merecía, pero mis oraciones y mi presencia, mental y espiritual al lado de sus hijas, no falto.

Ella debe sentirse muy orgullosa de la educación extraordinaria que les dio a sus hijas, quienes son brillantes intelectual, espiritual y humanamente.

Dios la acoja con amor en su santo reino y llene de paz y fortaleza a mis hermanitas de juventud.

Hasta la próxima.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba