REFLEXIONES: Adicciones sexuales

Hola, amigos, ¿qué tal? Si en la familia hay un adicto a las drogas, todos nos preocupamos y es que sabemos que la salud, física, mental – emocional, espiritual de esa criatura están en juego y podría llegar al cementerio, a un hospital psiquiátrico, a la cárcel, o al limbo, tostado.
Pero hay otras adicciones tan fatales como esta, hoy me quiero referir a las adicciones sexuales, las que llevan a la persona a niveles humanos tan bajos, que la reducen a un mero placer, la rebajan de rango, la envilecen, porque la sexualidad desconectada del amor y de los sentimientos, conduce a un mundo neurótico.
Si se falsifica su verdadero sentido y se pregona la libertad absoluta al respecto, se termina en una de las peores esclavitudes que puede padecer un sujeto: “vivir con un tirano dentro, que lo empuja y obliga al contacto sexual”, sim importarle con quién.
Esa adicción sexual lo convierte a usted en un neurótico, esclavo, incapaz de amar a una persona en una dimensión espiritual, humana, pues el amor comprometido, estable, que vincula lo corporal, lo psicológico y lo espiritual es el verdadero amor, y es el que debe presidir el acto sexual auténtico, relación sana que usted jamás podrá tener, convirtiéndolo en una persona infeliz, sin capacidad de amar.
Son muchas las personas promiscuas que viven fundiendo sus cuerpos cada día con personas diferentes, sin darse cuenta el daño irreparable que se están haciendo y cómo se impregnan y se contaminan de las energías negativas del otro, cargando con todo el mal que en esa situación existe.
¿Está Dios en medio de ustedes, los ve con buenos ojos, están comportándose con ética, moral, valores, principios? El peligro está en que son estos comportamientos alejados de Dios, malos comportamientos que a la larga traerán malas consecuencias a su vida.
Víctor Martínez considera que debe usted buscar la ayuda de un terapeuta, y pedir a Dios su liberación, las adicciones no se pueden sanar solas y siempre terminan mal.
Hasta la próxima.