REFLEXIONES: Pasan cosas muy tristes
Hola, amigos, ¿qué tal? Pasan cosas muy tristes, innumerables situaciones de las que no nos enteramos, pero que estremecen cada día los hogares de muchas personas que lloran desconsoladamente.
Todos los días me llaman personas pidiendo oración, para ellos, para otros, con la esperanza de sentir la presencia de Dios en sus vidas.
El hijo que no soporta ver la separación de sus padres, la mujer que se siente humillada por el comportamiento incorrecto de quien ha sido su esposo, su guía, su líder por tantos años, el hombre que sufre en silencio al descubrir que su esposa no ha sido todo lo íntegra que el creyó.
Pasan muchas cosas, una adolescente arrepentida después de abortar a escondidas de sus padres, con un mar de confusiones, dolor, cargos de conciencia, tristeza. Los abuelos que se sienten desamparados, abandonados y viven añorando que sus nietos o hijos le visiten.
La pérdida de un ser querido que ha dejado un gran vacío en el hogar, en el alma y no sabemos cómo lo vamos a superar.
El anuncio de una enfermedad con tiempo limitado de vida que te lleva a querer hacer lo que nunca hiciste y a valorar a quienes tienes a tu alrededor más que nunca.
Aquel que me llama rogando por la leche del niño, la medicina de mamá, la comprita para poder dar de comer a los muchachos, sufriendo en medio de la desesperación por falta de recursos.
Pasan muchas cosas, personas que se deprimen, que no soportan la ansiedad, con ataques de pánico, que han perdido los deseos de vivir y se sienten sin rumbo, ni norte.
Pasan muchas cosas, tal vez tú no estés en esta lista, da gracias a Dios y valora más a tus seres queridos y lo mucho o poco que tengas.
Víctor Martinez insiste en que hay que ayudar a la gente, con la oración, que por cierto es muy efectiva, pero también con la cooperación, gracias a quienes siempre están pendientes del próximo de la lista, gracias del alma por sus aportes y que Dios se los devuelva engrandecido.
Hasta la próxima.