REFLEXIONES: El esposo de María
Hola, amigos, ¿qué tal? Hoy es un gran día, celebramos el nacimiento del Niño Dios, villancicos, Reyes Magos, Virgen María y un Santa que se cuela sin ser invitado, pero… nadie menciona al esposo de María, a José.
Este año he querido recordarlo como esa figura central, muy importante en todo esto, digna de imitar, de admiración, José era un hombre humilde, muy noble, de gran corazón, con un sentido de responsabilidad impresionante, gran protector de su familia, obediente a los designios de Dios, esposo íntegro, padre ejemplar.
Sus manos solo sabían tocar para embellecer y construir a través de su profesión de carpintero, y para acariciar, sanar, calmar y transformar corazones.
De José de habla muy poco, era un hombre tan silencioso y discreto que dejó que brillara la presencia de María y de Jesús como figuras más importantes del mensaje divino, no sentía celos, ni deseos de sobresalir, se mantuvo siempre en bajo perfil respetando la grandeza de aquella mujer y resaltando sus valores de buen padre de familia y esposo.
Víctor Martinez piensa que los hombres debemos este año tomar en cuenta el ejemplo de José, para dispensar un trato más digno y amoroso a nuestras mujeres e incluso a nuestros hijos.
Que la Luz que brilló aquella noche en Belén ilumine los corazones de tantos hombres perdidos, malvados, para que descubran el verdadero amor que deben profesar a sus familias, respeten sobre todas las cosas a las mujeres y permitan que el Niño Dios los transforme y los llene de su amor.
Gloria a Dios en el cielo y en la tierra Paz a los hombres de buena voluntad. Feliz Navidad
Hasta la próxima.
