REFLEXIONES: Experiencias religiosas

AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? Cada experiencia religiosa trae consigo un bálsamo de amor, con olor a rosas y un fluir de energías especiales que dejan en tu interior un remanso de paz, ayudándote a conectar con lo divino y sublime, y quedando como paralizado en el tiempo e inmerso en un círculo de vibraciones que generan la luz que te ayuda a ver en el más allá y a percibir lo que solo puede verse en este momento profundo de oración.
Caer de rodillas en la tranquilidad de la habitación, impartir un sacramento, subir a un altar a celebrar y predicar la Palabra, me obligan a humillarme ante el Altísimo, pidiendo antes, perdón por mis pecados, reconociendo mi fragilidad humana, teniendo que abandonar mi propio yo, para dejar que sea el Espíritu Santo quien se apodere de mi y obre a través de este su indigno siervo.
Es así como se conecta con esa dimensión reservada sólo para quienes reconocen a Dios, como su Rey de Reyes, Creador y Padre, dejándose guiar por sus preceptos y siendo obedientes a sus leyes y mandatos.
Escuchar la voz del Padre, oír el cántico de los ángeles, ver la imagen de alguien especial, a veces hasta de un ser querido, sentir el lugar donde estas, inundado del olor del aceite sutil y sagrado, con que el Padre perfuma tu cabeza y rellena tu copa espiritual, es algo que todos debemos vivenciar.
Víctor Martínez te invita a reconocer que el Señor es tu Pastor y que nada te faltará, que tienes que aprender a meditar con profundidad, centrando tu oración en el Padre y permitiendo que el Espíritu Santo te inunde con la llama de su amor.
Hasta la próxima.