REFLEXIONES: No creo en religiones
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? A diario recibo innumerables cantidades de artículos, videos y mensajes de todas las personas con filosofías y creencias diferentes, mucho de ese material no va en absoluto con mis creencias, pero soy incapaz de contradecir, de criticar a persona alguna, sobre todo en los grupos de chats, pues cada quien cree en lo que quiera y yo le respeto.
Alguien en un grupo me escribió resaltándome su crecimiento y avance en su filosofía de vida, y haciendo hincapié en que no creía en las religiones, pues ya estaba en otras dimensiones espirituales más avanzadas.
Ayer reflexionamos acerca de mis experiencias religiosas, y alguien más se pronunció, amén.
Me da la impresión de que en ocasiones no se dominan los conceptos, por lo que deseo describir que una experiencia religiosa es sencillamente una vivencia intima de Dios, un acercamiento a la esencia divina, estrictamente personal, en un contexto donde acontece la manifestación sociológica, por ser un sistema ordenado de creencias, prácticas, rituales, dogmas.
Es importante recordar que religión es un conjunto de creencias, de normas de comportamiento, ceremonias de oración o sacrificios propias de un determinado grupo humano y con la que el hombre reconoce una relación con Dios.
Si tu tienes tus propias creencias compartidas con actividades espirituales, dimensionales, esotéricas, holísticas, donde las energías son las que fluyen, la mente es la que domina, el universo es el que manda, estimular los chakras y la glándula pineal, es lo ideal, etc. Víctor Martínez te felicita, pues yo también he estado en todo esto desde que era adolescente.
Y lo que es mejor aún me lo enseñó mi gran Maestro Jesús, a través de la cristología, del estudio profundo de la Palabra de Dios, de tenerme que inmiscuir en la historia de la Iglesia, mi Iglesia Católica, con todas sus imperfecciones.
He dicho en más de una ocasión, que pertenecí a la masonería, fui Rosa Cruz, asistía a la escuela de Yoga desde muy temprana edad, por mis raíces estudié el marxismo, tratando de seguir la trayectoria de mis familiares y amigos comunistas de aquellos tiempos, he leído, he estudiado, he practicado por muchos años lo que algunos han encontrado hoy, como la única verdad, y sigo siendo un ferviente católico, ¿por qué será? ¡Ah! y estoy convencido de que la religión no es la que salva.
Hasta la próxima.
