Las exclusiones satánicas

Gobernar de espalda a la realidad, limitándose a escuchar los susurros de diabólicos asesores, parece ser el quehacer del Presidente.
Ciertamente, deportados de Estados Unidos se han enrolados en acciones vergonzosas como el negocio de la drogas y la criminalidad.
Ahora bien, el mandatario silenció el caso de Arturo del Tiempos y Martes, también omitió referirse a unos franceses excarcelados del ex mandatario Leonel Fernández…
Otros casos de zares de la drogas, tales como Figueroa Agosto y Quirino Castillo, no fueron deportados de ninguna parte ni eran chivitos de barrios, sino beneficiarios de la protección oficial.
¿Quién se atreverÃa a negar la existencia de puntos de drogas en los barrios y otros lugares? Quiénes llegan arrastrando un bolso, nada les vincula con el caso Paya.
Al caer en nuestro paÃs, Figueroa Agosto ¿quién conectó al zar de las drogas boricuas con los chivitos deportados? La observancia de los relacionados con el capo, posibilita saber la verdad.
En la escalada del gran escándalo creado al calor de la droga, señores del gobierno, enfrente el flagelo sin excluir a quienes visten sacos y corbatas y se mueven en autos de lujos con protección, al margen de sospechas.
En la espiral del gran negocio de la drogas, el gobierno debe hacer frente al flagelo sin excluir a quiénes se mueven en la sombra vistiendo costosos trajes y corbatas, con protección oficial y al margen de sospechas.
Los deportados constituyen quizás el eslabón más frágil, la carne de cañón, marcado para caer en «enfrentamientos a tiros», según se arguye.