Reflexiones en Semana Santa
“Ayúdame a salvar una vida”
Martes Santo: Libérate del pecado
Hola amigos, ¿qué tal? En nuestro segundo día de reflexión, sabiendo ya el inmenso amor que Dios siente por nosotros, debemos asumir una postura firme frente a nuestra condición de pecadores.
Lo primero que debemos hacer es reconocernos pecadores, quitarnos la careta que tenemos tratando de vender una imagen de santidad, y con mucha humildad repetir: “Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de pensamientos, palabras, obras y omisión”.
Una vez asumamos esta postura debe existir en nosotros el verdadero arrepentimiento y el propósito de no volver a pecar.
Ya habíamos dicho que Dios es bueno y su misericordia es eterna, pero El no nos quiere dejar siendo malos, además El conoce las consecuencias del pecado, por tanto, nos quiere rescatar del fango y ponernos el mejor traje cómo al hijo pródigo (Lucas 15: 11-32).
El pecado es el responsable de nuestros males internos, nos enfermamos por el pecado, nos desajustamos emocionalmente, por el pecado, el corazón se entristece, por el pecado, el alma se pierde por el pecado, eres infeliz por el pecado.
Víctor Martínez te exhorta a liberarte de toda maldad que haya en tu corazón dándole entrada a la acción del Espíritu Santo, permitiendo que el Padre more en ti, limpia tu casa y repite en silencio: “Señor no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme”.
Y así será.
Hasta la próxima.
