Semana Santa, en otros tiempos

Recién concluía el sacerdote español (en ésa época un cura de color era difícil de verlo), la religiosidad de los pobres nublaba los sentidos.
En cada hogar, la familia prácticamente se comunicaba por señas, desde hacer acopio de alimentos y tener a mano todo antes del Jueves Santo, hasta limpiar el hogar.
¿Alguien recuerdas haberse bañado en playas o ríos en aquellos tiempos? Hasta el majar los ingredientes para cocer los alimentos estaba prohibido.
Ninguna familia pobre consumía ninguna clase de carne, ni consumía alcohol, y de tener relaciones sexuales una pareja, ni pensarlo.
Una leyenda atribuida a un campesino, refiere que faltando leñas, él cortó una rama de un árbol, y de repente empezó a salir sangre del mismo.
¿A partir de cuándo dejaron de tejerse fábulas y leyendas? Difícil respuesta, sin embargo, el comercio habría sido el detonante para ir abriendo la puerta a la actual Semana Mayor. Es decir, a la Semana Santana moderna.
La actual Semana Santa posibilita hacer de todo, desde cometer crímenes, hasta repartir preservativos y lubricantes, agregando precios especiales a las bebidas con alto contenido de alcohol.
¿70 años atrás, recuerdan haber visto alguna película de sexo en algún cine o alguna persona morir por ingerir alcohol?
Eso es algo parecido como sacarle, hoy en día, una muela a una gallina.