Fernández pone a tambalearse a Macri en Argentina

Sale como favorito en carrera por presidencia
BUENOS AIRES.- El peronista de centro-izquierda, Alberto Fernández, le sacó una amplia ventaja al presidente liberal Mauricio Macri en las primarias del domingo en Argentina y quedó como claro favorito para las presidenciales del 27 de octubre.
Fernández, en fórmula con la exmandataria Cristina Kirchner (2007-2015) logró 47% de los votos en las elecciones del domingo. Macri obtuvo tan solo 32%. Entre los dos suman casi 80% y la brecha se hace muy cuesta arriba para el gobernante.
Al estar definidas de antemano las candidaturas, en las primarias no hubo competencia interna y los votos conseguidos por los aspirantes se consideran como una encuesta a escala real, dos meses y medio antes de las elecciones generales, que incluyen la renovación parcial del Congreso.
La participación fue de 75% de los 34 millones de electores.
La recesión, la inflación de 22% en el primer semestre, una de las más altas del mundo, y la pobreza que alcanza a 32% pesaron más que el rechazo a las denuncias por corrupción contra Kirchner, con varias causas abiertas y un juicio en marcha.
«Los números de la economía real son muy duros», dijo la analista Mariel Fornoni, al explicar el mal resultado de Macri.
Antes de esta vez, Fernández sólo se había postulado en una ocasión a una elección, en 2000 cuando ganó como legislador de la ciudad de Buenos Aires.
Su experiencia política más importante fue cuando se desempeñó como jefe de gabinete del ya fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y luego de Cristina durante 2008, su primer año de gobierno.
Con ella rompió y se convirtió en feroz crítico, hasta la reconciliación diez años más tarde, cuando Kirchner anunció que se postularía como su vice.
Fue una fórmula sorprendente que permite sumar el caudal de votos que atrae Kirchner a la par que neutraliza el rechazo que provoca esta dirigente política.
«Conmigo la grieta (la feroz división política de los argentinos) se terminó para siempre y la venganza también», aseguró Fernández cuando supo los resultados.
Para el politólogo Sergio Berensztein, «esta apuesta del peronismo a una coalición más moderada fue acertada».
Para ganar en la primera vuelta se necesita 45% de los votos o conseguir 40% y diez puntos de diferencia. Un eventual balotaje se realizaría el 24 de noviembre.