Reflexiones: La semilla hay que sembrarla

AYÚDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? Cinco años escribiendo un mensajito cada mañana y enviándolo a más de 5000 personas por WS no deja de ser una gran satisfacción sobre todo al ver a quienes desde un principio me han dado seguimiento y los han disfrutado.
En todo este tiempo sólo tres personas me han pedido que no se los enviara, un sobrino porque lo despertaba, un par de doñas a quienes les molestaba.
Ahora puedo chequear quien los lee ocasionalmente, quien no los lee nunca y quienes los leen siempre. Hice una encuesta y elegí al azar algunas personas que tengo agregadas en mi WS y me han dejado de seguir o nunca han escuchado los mensajes.
A pesar de que pedí ser sinceros, sé que hubo un trato cortés hacia mi persona, por parte de quienes respondieron:
“Los leo por Facebook. Mi esposa también los recibe y los escuchamos juntos. Los escucho según el título, si me interesa. Me cansé después de varios años escuchándolos. A esa hora ya estoy en el trabajo y me acuerdo a veces en la noche. No sé, etc.” Claro, todos me felicitaban y evaluaban con mucho cariño y respeto la calidad de estos.
Víctor Martínez aprecia la sinceridad de muchos, reconoce que timbrar tu celular cada mañana e interrumpir tu actividad es más que una osadía, pero así somos quienes predicamos la Palabra, no nos cansamos y continuamos regando la semilla, ojalá que alguna haya caído en tu fértil terreno.
Hasta la próxima.