Fin de AMET, inicio de DIGESETT y retorno del caos

Por Augusto Álvarez

(IV)

Para continuar analizando el período 2015 – primeros 8 meses del 2018, desde el Palacio Nacional nos llegar un informe, donde se resalta que durante esos 3 años, los accidentes de tránsito se redujeron en más de un 25 por ciento.

Para el periodo que precisa el documento, el director de AMET (ahora DIGESETT), era el general Frener Bello Arias, de la Policía Nacional, quien autorizó la igualdad de condiciones salariales de los agentes de ese organismo.

Fue un incentivo verdaderamente importante, que de seguro motivó a los reguladores del tránsito a esforzarse para facilitar la circulación vehicular y disminuir el caos.

Otro gran logro de dicha gestión, destaca el documento, fue sacarnos de la segunda posición, de naciones con mayores cifras de muertes en accidentes y llevarnos a la posición 14.

[Fue el período donde se hicieron grandes transformaciones viales, se montó una agresiva campaña de educación, se detectaron los puntos críticos en las diferentes vías. Pero, lamentablemente, a ese trabajo no se le ha dado seguimiento y las consecuencias están ahí: Más accidentes y más muertes.]

Naturalmente, la falta de seguimiento, es frecuente en todas las instituciones. De ahí que viejas ordenanzas que fueron potables, en esa ocasión, fueran anuladas con el cambio de mando.

La vieja AMET identificó, sostiene el mismo informe, 308 puntos críticos, en los cuales se requerían controles de velocidad, señalización y mayor educación vial.

El problema de las instituciones, es que cada cambio de ministro o director, el nuevo, aunque sólo esté unos días, lo cambia todo, mobiliario y personal e imprime su propio sello, que a veces resulta un fiasco y para muestra basta un botón. ¡Perdón! Una mirada.

La competencia, hacia el interior de las instituciones, para saber quien lo hace mejor, no escapa a los hombres de uniformes, lo que no impide dar continuidad a lo que esté bien.

Tal y como se observa, por doquier, el fin de la AMET y el inicio de la DIGESETT, al parecer, en nada ha beneficiado al sector transporte, a menos, que el problemas sea sus protagonistas.