REFLEXIONES: Ciegos que ya ven
AYÚDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Participe en una cena de gala de Bancórneas, en un ambiente muy alegre y con un calor humano impresionante, siempre busco la presencia de Dios en todos los ambientes en los que me desenvuelvo.
Esa noche conocí a un joven que gracias a Bancórneas, a sus colaboradores y prestigiosos profesionales, ha logrado ver, ya no es ciego, aquí empecé a entender la razón de mi presencia en este lugar, no fue solo impartir una bendición, fue encontrarme una vez más con el Señor en medio de aquella noche festiva.
Escuchar el testimonio de un joven que, de la infelicidad, de su oscuridad dio un salto a la felicidad, a la luz, a un mundo diferente, fue algo que me estremeció, sus sentimientos antes y después estremecieron mi corazón.
“Cuando decidí quitarme la vida y tirarme al vacío por un puente, desesperado y deprimido por sentirme tan inútil, un niño, como salido de la nada, me tomó de la mano y me pidió lo ayudara a cruzar, aquí empezó a cambiar mi vida”, me contó este vidente joven.
Víctor Martínez quedó inmerso en el silencio, arreglé con mucho amor el nudo de la corbata al joven, mientras en mi interior lloraba por mi ceguera espiritual y daba gracias a Dios porque con sus palabras este joven me tomo de la mano y me ayudo a cruzar, sacándome una vez más de la oscuridad.
Te invito a donar tus córneas al morir, para darle nueva vida a quienes no ven.
Hasta la próxima.
