REFLEXIONES: No provoques

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Hola, amigos, ¿qué tal? Provocar es la acción con que se intenta producir una reacción en otra persona. Por ejemplo, si desesperas a tu hijo con sermones, palabrerías, violencia, vas a provocar una reacción en él, que podría ser impredecible.
Si abandonas a tu pareja a su suerte, siendo indiferente, asumiendo actitudes de desprecio o rechazo, de seguro vas a provocar una reacción que podría ser muy lamentable.
Si visitas a un amigo, o asistes a una actividad donde predominan hombres, con una faldita, un escote, o una actitud super sensual, estas provocando reacciones, que, aunque hacen crecer tu ego, pueden convertirse luego en un problema para ti.
Si asistes al templo con una ropa inapropiada y provocadora, estas compitiendo con el Señor, al distraer la atención de quienes buscan recogimiento espiritual.
Hay quienes suben fotos en las redes que dejan mucho que desear, atractivas, muy atractivas y más atractivas, dejando que la imaginación del otro vuele, que el morbo crezca, siendo motivo de provocación para muchos.
Si insultas, golpeas, maltratas a tu pareja, estas provocando una posible desgracia, donde lamentablemente siempre gana el más fuerte.
Vivimos provocando situaciones y a personas, para luego degradarlas, a veces dizque sin malas intenciones o pretendiendo que el otro sea el que se tiene que controlar, esto también es un gran pecado que debemos considerar.
Víctor Martínez piensa que, aunque usted sea dueño de su vida y sus acciones, no tiene derecho de provocar.
Dios, perdóname, por las veces que he sido responsable de hacer caer a otros.
Hasta la próxima.