REFLEXIONES: Cuarta Palabra: “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué nos ha abandonado?”
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Por Lic. Víctor Martínez
Hola, amigos, ¿qué tal? Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? es un grito inconsolable que sale de los labios de quienes están sufriendo esta seria enfermedad y son víctimas del dolor y la desesperación. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?, dice el que está pasando hambre, quien perdió su trabajo y tiene una familia que mantener.
Quienes llenos de temor, angustiados y deprimidos no encuentran explicaciones a situaciones como las que estamos viviendo.
Frente al sufrimiento, a la desesperación, un fuerte grito sale de lo más profundo de nuestras almas: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Al igual que Jesús te sientes profundamente solo. Tal vez tus amigos al igual que los discípulos, se han ido.
Desde la Cruz Jesús contempla el panorama viendo por todas partes odio, incomprensión, falsedad, debilidad, soledad, abandono, traición, y es entonces cuando al cerrar los ojos mira al interior de su corazón, y en silencio total, Jesús ora y pronuncia esas misteriosas palabras: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”.
Y es que Dios no abandona al hombre, a no ser que el hombre abandone a Dios. Dios te busca con afán hasta la hora de tu muerte, en la que tú decides si morir con El o sin Él. Dios no abandona al pecador, ni siquiera en el mismo pecado.
Dios no nos abandona en el sufrimiento, sufre con fe y esperanza.
Si te sientes abandonado, búscalo.
Hasta la próxima.
TERCERA PALABRA:
SEGUNDA PALABRA
PRIMERA PALABRA:
