REFLEXIONES: Otro virus peor
Hola, amigos ¿qué tal? Todo cambió en un momento, todo se paralizó, muchos han vivido una gran tragedia, otros han sacado partido de esta situación, y muchos buscaron desde un principio el bien escondido tras este acuartelamiento obligatorio.
Dichosos los vacacionistas, los bebedores de alcohol, los expertos chefs caseros y los que han podido contemplar esta tragedia desde lejos y sin estrés.
Miles de padres de familias han dejado de dormir, han perdido sus empleos, le han reducido sus salarios, y aunque una ayudita más que otra a algunos les ha caído, la mayoría no sabe cómo va a vivir.
No hay leche para los niños, no hay pastillas para la presión, las deudas se acumulan, hay que seguir enfrentando la vida, ahora en desventaja porque no encuentran qué hacer.
El planeta está feliz, muchas familias también, los predicadores auguran más calidad de vida, más crecimiento espiritual, más sensibilidad humana, pero a alguien le falta el pan.
Hay quienes no tienen ni donde vivir, no saben con qué van a comer, aun perteneciendo al grupo social más unido, más poderoso económicamente, al de los hermanos cristianos, quienes les predican con palabras dulces: “no pierda la fe hermano, paciencia, Dios no te desamparará”.
Víctor Martínez eleva su súplica a ti Señor, por quienes se encuentran en situaciones difíciles, para que no pierdan su fe, para que se le abran los caminos y logren mejorar su situación.
Hasta la próxima.
