Atrás en los años viejos

Quizás lo mejor de los años viejos, es que sin mucho esfuerzo, abre o al más ligero movimiento, se destapa el baúl de los recuerdos.
Viejas figuras de un ayer insoportable, con las cuales vibramos en la calle contaminada por la represión, ahora dan la impresión de haber estado a la espera de lo que llegó sin tropiezo con el coronavirus.
En ese baúl, se guardaron cantautores y exponentes de canciones populares que brillaron en esa época y que el tiempo extinguió.
También entraron al depósito, jóvenes estudiantes como mucha lucidez que en las aulas universitarias, los estudios los elevó hasta la cima, a la rectoría, y ahí están ¿tú los recuerdas en la pensión o el economato… y ellos ¿te recuerdan?
En cada proceso electoral, las ofertas se multiplican y los escrúpulos teñidos de ideología de avanzada, toman vacaciones.
En alguna parte escuchamos o leímos que «el estudio es el principal deber…», aunque en ocasiones la ambición aplasta la honradez.
La ambición desmedida sigue trazando la pauta en las distintas instituciones públicas ¿dónde situar a la universidad del Estado?