REFLEXIONES: Comunidades de Iglesia

Hola, amigos, ¿qué tal? La Iglesia desde tiempos atrás ha formado comunidades de cristianos que se reúnen a orar y a crecer en el Espíritu, esta acción no solo es muy buena, sino muy poderosa para el crecimiento y fortalecimiento de la fe de los cristianos.
Pero, como están formadas por seres humanos, no santos, sino pecadores como los somos todos, ustedes comprenderán que en ocasiones se viven situaciones muy difíciles en medio de los hijos de Dios.
Como la mayoría de las comunidades son cerradas, o sea solo pueden participar quienes la formaron desde un principio, esto da origen a crear un clima de confianza, apoyo y lealtad muy saludable entre todos.
Pienso que como el demonio anda suelto, de vez en cuando se da su pasadita por una determinada comunidad y se arman tamaños líos que hasta terminan a ramalazos.
Es importante cuidar a todos los miembros de la comunidad, mantenerse unidos, actuar conforme a lo que Dios manda, y cuando uno de ellos o una pareja presentan problemas, en vez de echarlos, como hacen algunas, cosa que no viene de Dios y es un anti testimonio como cristianos, acogerlos con más amor y apoyarlos en sus momentos difíciles.
Víctor Martínez los exhorta a preguntarle al Señor, “¿Jesús que tu harías con ese hermano o esa pareja que tiene problemas?”, estoy seguro que jamás los sacaría de la comunidad, pues El no vino a buscar santos, sino a los pecadores y nosotros tenemos que actuar conforme a sus enseñanzas.
Hasta la próxima.