REFLEXIONES: Cómo vivir en la soledad, sin perder la felicidad


![]()
Hola, amigos, ¿qué tal? Mañana empieza el mes de la familia, conversaba con mi amiga y me decía: “No sabes lo difícil que es vivir sola, ya no existe orar en familia, ya no recibo la visita periódica de mis hijos, los nietos de lejitos, las amigas cada una aislada en su lugar, muchas con parejas, con hijos, con nietos que las hacen sentir menos la soledad, pero para mí esto no es fácil”.
Siempre han existido personas que, por divorcios, enviudes, tener una familia corta, por ser difíciles de carácter, entre otros, se han quedado viviendo solas y sé que no es fácil, pero hay que aprender a vivir en la soledad, sin perder la felicidad.
Lo primero que usted tiene que hacer es estrechar más que nadie su relación con el Padre, haga del Señor el centro de su vida, recuerde como decía Santa Teresa: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: Sólo Dios basta”.
Por otra parte, diseñe un estilo de vida personalizado y activo, prográmese, organícese, tiempo para orar, para oír buena música, para hacer ejercicios, para leer, para navegar por las redes, para trabajar, para escuchar mis mensajes de amor, para ver una serie, para chatear, para atender sus plantas, hasta para pensar y recordar cosas agradables.
Por último, ayude al Padre en la transformación del mundo, usted no puede vivir inmerso en el egoísmo, ayude a los demás, haga obras de caridad, llame a Víctor Martinez y póngase a la disposición para ayudar a la gente, entonces verás cuánta felicidad sentirás al ver que el tiempo no le alcanza para vivir.
Cierre puertas del pasado, suelte, libere y hágase el propósito de dejar huellas de amor, de felicidad, de alegría, por donde pase.
Hasta la próxima.




