REFLEXIONES: No te dejes provocar
Hola, amigos, ¿qué tal? La provocación existe cuando se incita de palabras u hechos a una persona para llevarla a cometer un error, delito o acción de la cual luego tenga que arrepentirse.
La persona que provoca podría hacerlo intencionalmente con maldad en su corazón o con deseos de probar su capacidad de convencer, manipular, usar al otro, acciones que en mayor o menor grado implica también maldad.
Ponerse una ropa provocativa para frecuentar un lugar en el que va a llamar la atención, por ejemplo, podría suscitar acciones por parte de los espectadores incómodas.
Proliferar palabras hirientes, insultantes, humillantes a alguien podría provocar un acto de violencia.
Hablar de temas pasionales, intimidades sexuales con alguien de sexo opuesto y alcohol de por medio, traerá consecuencias.
Chatear enviando mensajes provocadores o material inapropiado es otra de las tantas maneras de provocar a quien tienes del otro lado de la pantalla.
Son muchas las personas que viven desafiando la fortaleza, entereza, integridad del otro, tratando de hacerlos caer, para luego usar en su contra las acciones, participan, disfrutan el momento, comparten la experiencia y luego arrepentidos quieren lavarse las manos y culpar al otro.
Víctor Martinez sugiere huir de las tentaciones, de las personas que te podrían hacer caer, y cuando sientas que te están envolviendo en una situación, aprende a decir que no a tiempo, sin dejarte llevar del otro.
Y como siempre pide a Dios fortaleza, sabiduría y pureza, para que te proteja de quienes te quieran provocar.
Hasta la próxima.
