REFLEXIONES: ¿Dónde están nuestros difuntos?
Hola, amigos, ¿qué tal? ¿Dónde están nuestros seres queridos que han partido de nuestro lado? Existen innumerables teorías para que cada quien asuma la que más conformidad le proporcione.
Que si reencarnaron en otra persona, que no están bien evolucionados, que si están en el limbo, que si están en el reino de los cielos, que si son ángeles y santos, que si se están purificando en el purgatorio, que si unos están en el infierno y otros con Dios, que si en otra dimensión paralela a la de nosotros, en fin, innumerables teorías y solo Dios sabe.
De lo que Víctor Martinez está seguro es de que los míos están en mi mente y corazón, por tanto, hoy es día de recordarlos de manera especial y según nuestras creencias podemos elevar oraciones, poner misas, encender velas, poner flores, llorar, elevar un cántico, visitando sus tumbas o sencillamente dejarlos en el olvido, como hacen algunos.
Termino recordándoles lo que nos dice la Palabra de Dios en la primera carta del apóstol san Pablo: “No queremos que ignoren la suerte de los difuntos para que no se aflijan como los hombres sin esperanza. Pues sí creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que les decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consuélense, pues, mutuamente con estas palabras.” Palabra de Dios.
Hasta la próxima.
