ACTUALIDADNACIONALESPOLITICASALUD

Covid-19, lo más negativo del 2020; caída del danilismo, lo más positivo

Por Kelvin Alcántara

Si comenzamos a enumerar las cosas positivas del 2020, concluiríamos rápidamente, porque fueron muy pocas. Las negativas, demasiadas.

El 2020, fue un año negativo, pues el país, se vio amenazado por sus plagas, una de ellas fue aplastada, aunque hizo mucho daño a la nación durante siete meses y 15 días.

La otra plaga, que se convirtió en pandemia, COVID-19, aún sigue azotando al país, pese a ser bendecida en el pasado, en un momento que éramos dirigidos por un pichón de dictador, que se atrevió a decir que misma beneficiaba a sus seguidores.

El 2020, fue un año amargo, negativo para la mayoría de los dominicanos, positivos para un grupito, incluyendo al ex presidente Danilo Medina, quien fue el que se atrevió a proclamar que COVID-19, una pandemia que aterrorizaba a la nación, convenía a su partido, a pesar de que estaba matando, en ese momento, a decenas de personas y contagiando a cientos.

Y eso lo dijo el propio Danilo Medina, en el preciso momento en que los dirigentes de su partido, el de la Liberación Dominicana, obtenían ventajas a de las medidas de restricciones impuestas por el estado de emergencia, decretadas para evitar la propagación del COVID-19.

Esas medidas incluían el toque de queda, que políticamente hablando, únicamente perjudicaba a la oposición, porque el danilismo oficialista, en ese momento, se movía libremente por todos los barrios, sectores y comunidades, tratando de “comprar” votos a cambio de salami, pan, gas y fundas.

En horas de la madrugada, apoyado por un jefe de la Policía, que quería perpetuarse en el poder, con actuaciones politiqueras rastreras, a base de torturas y falsas acusaciones, y por un ministro de Defensa, que favorecía abiertamente a los candidatos oficialistas, parecían cocuyos, iluminando barrios y sectores.

Pero, a pesar de lo que pasó el 16 de febrero, donde trataron de repetir la historia del 6 de octubre del 2019, posteriormente, en mayo y junio, el pueblo decidió y lo hizo con altura, rechazó en las urnas a los caciques, a los pichones de dictadores, que a base de maltratos, haciendo trampas y violando la Constitución, quisieron permanecer en el poder, ordeñando al Estado dominicano.

Sabotearon las elecciones, porque los números no les daban y, después, a base de torturas, de falsas acusaciones, trataron de culpar a quienes, en ese momento, las encuestas daban como ampliamente favoritos.

Danilo Medina perdió todo su poder, y en el 2021, si se hace justicia, la mayoría de sus cercanos colaboradores, incluyendo al pasado jefe policial, que, junto al ex procurador Jean alain Rodríguez, trató de implicar a Luis Abinader en el referido sabotaje, y algunos parientes, estarían en Najayo, acompañando a su hermano, el pulpito, quien de un pobretón se convirtió en multimillonario, en apenas 8 años.

La gente espera que caiga el pulpo gigante.

Esa estrepitosa caída fue positiva para República Dominicana, que vio explotar a un pichón de dictador, que el pueblo dice, incentivo la impunidad, los abusos y permitió el desfalco del Estado.

Sin lugar a dudas, la cosa más negativa para el país, en el año que agoniza, fue COVID-19.

Lo más positivo, la caída del imperio danilistas y sus caciques provinciales y municipales.

Quiera Dios, que en este 2021, que está a punto de hacer su entrada, la República Dominicana comience a percibir los cambios prometidos por Luis Abinader y su partido, el Revolucionario Moderno (PRM), aunque en el horizonte se observa un panorama tenebroso.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba