Desafiar a Covid-19 es una sentencia de muerte


Por Augusto Álvarez
El gobierno, dada la escalada del coronavirus que azota al país, implementó un horario que a quienes desean morir, han decidido violarlo.
Parecería que ciudadanos se movilizan en las calles, fuertemente abrazados a la letal pandemia y avanzan transportando contagio y muerte, desde que entra en vigor el horario restrictivo.
Reprimir sin violencia para forzar el respeto a la vida, es una necesidad que los propios reprimidos agradecerán al pensar en la escalada de contagiados y muertes por el coronavirus.
Ahora se hace más necesario que nunca, frenar al COVID-19, luego de la experiencia en Estados Unidos, luego del Día de Acción de Gracia (día de navidad), donde a la semana siguiente del Pavo, el número de afectados superó el 40 por ciento a los infectados.
Las calles siguen con más personas circulando, que en los días previos a la llegada del coronavirus, y hasta cualquiera diría que existe un perverso deseo de morir.
La integración de mas militares a la tarea de garantizar la salud, tendrá que darse, pues tal y como se observa, el desafío a la autoridad y el incremento del COVID-19, no deja opción a dudas.



