Lasorda dirigió a Leones y Licey; en 1970, se desnudó en el estadio Cibao


SANTO DOMINGO, R.D.
Tommy Lasorda, quien murió a los 93 años en su hogar en Fullerton, California, consideraba a la República Dominicana como su segundo país.
Sobre República Dominicana, Lasorda decía: “Es mi segundo país, lo llevo en mi corazón”.
Incluso, llegó a declarar que entre los mejores jugadores que dirigió, en su paso por el béisbol, estaban los hermanos Felipe y Mateo Rojas Alou, así como Moisés Rojas Beltré.
En República Dominicana, LaSorda dirigió a los Leones del Escogido en la temporada 1970-1971.
Posteriormente, dirigió a los Tigres del Licey en las temporadas de 1972-73, 1973-74, 1974-75 y 1975-76.
Con Licey actuó en dos Series del Caribe, en 1973 y 1974. Ganó en la primera.
El show del Cibao
Lasorda nunca será olvidado en República Dominicana, especialmente por los fanáticos que asistieron al estadio Cibao, la noche del sábado 5 de diciembre de 1970, donde en el noveno inning, de un encuentro entre Escogido y Águilas, en estadio Cibao, protagonizó un «show» inolvidable.
J¡Fue un juego del campeonato 1970-71, estando como dirigente de los Leones Rojos, montó un “show” en el estadio Cibao, de Santiago, tras una controversial decisión de un árbitro que declaró jonrón un batazo que consideró era foul.
Los Leones estaban al frente 2 a 0, con una brillante actuación monticular del zurdo Danilo Rivas, quien limitaba a los cibaeños a 5 hits.
Los escarlatas pegaron ocho imparables contra Skip Guinn, quien fue el lanzador derrotado.
Doyle Alexander sustituyó a Rivas en la octava entrada y, luego de haber sacado los dos primeros outs del noveno, fue víctima de un jonrón, un batazo muy discutido conectado por el jardinero Tomás Silverio.
El batazo fue una línea que chocó en el poste que dividía la pared de foul del jardín derecho.
El árbitro Lucas Gómez decretó jonrón, con lo cual se puso el partido 2 a 1, todavía a favor de los Leones.
Ahí comenzó un episodio siempre recordado, protagonizado por el dirigente rojo, Tom Lasorda, quien tan pronto se produjo la decisión del árbitro, salió de la cueva como un bólido, iniciando una protesta muy original y jamás olvidada por los fanáticos que asistieron a ese encuentro.
La protesta del piloto rojo comenzó quitándose la gorra, luego las zapatillas y más tarde la camiseta.
Ante esta típica protesta, Lasorda fue expulsado del juego y posteriormente, apresado por los policías que estaban de servicio en el estadio.
Lasorda fue multado con 50 pesos y suspendido por cinco días.

Lo sometieron
Además, fue sometido a la justicia, acusado de atentar contra el pudor público, por órdenes del otrora poderoso comandante policial de Santiago, coronel Eligio Bisonó Jackson.
Aunque el día siguiente fue puesto en libertad, Lasorda pasó la noche tras las rejas.
Aquel suceso llamó mucho la atención de la fanaticada, pero solamente constituyó un capítulo más en la extrovertida vida del hombre que odiaba perder un juego y que en horas de la noche del jueves, perdió la batalla final, a los 93 años de edad.



