90 muertos por ingerir clerén; ¿Y los presos dónde están?

Por Elpidio Santana
En los últimos 16 días, COVID-19 ha matado a 84 dominicanos, de acuerdo a los boletines publicados diariamente por el Ministerio de Salud Público.
Por estas muertes, no hay otro culpable que no sea COVID-19. Tal vez, se produjeran descuidos médicos o faltas de medicamentos, pero esto es difícil de probar.
En estos últimos 16 días, 90 dominicanos han muerto intoxicados tras ingerir alcohol adulterado.
Esto, sin lugar a dudas, constituye una vergüenza para cualquier país, o mejor dicho, para las autoridades de cualquier nación.
¿Cuán imputados hay por esas muertes, que podrían calificarse de asesinatos?
¿Por qué decimos asesinato? Simplemente, los fabricantes de esas bebidas saben que, los elementos usados para su fabricación, la mayoría son tóxicos, como el etanol, que cuando se consume en forma continuada y frecuente, produce efectos dañinos y crónicos en la salud humana.
Imagínense, para fabricar clerén se usa, incluso, hasta thinner.
Desde que apareció el COVID-19 en República Dominicana, ¿cuántas cientos de personas han muerto por ingerir clerén?
¿Dónde están los fabricantes? ¿Dónde están los colmaderos que venden ese «veneno»?
En República Dominicana, estos cientos de muertos, todos pobres, únicamente se convertirán en estadísticas, pues podríamos apostar ‘peso a moriqueta’, que el escándalo de las autoridades no pasará de los medios de comunicación.